Mi gusto es

1. "Mi gusto es, y ¿quién me lo quitará?" Así empieza una canción norteña. Y tomo prestado ese verso para escribir este texto sobre los gustos que cada quien tiene y son los que nos sostienen en alegría y gozo en la vida. Cada quien con los propios. Y en eso no coincide uno con todos. Tan así que "en gustos se rompen géneros", dice un refrán. Lo escuché desde chico aunque nunca supe en esa edad a qué se refería con géneros. Luego me enteré que podía referirse a telas para confeccionar la ropa. 

2. Me gusta leer. Encuentro en esa actividad entretenimiento y conocimiento. Me da tema para plática. Y se amplía un poco más mi visión del mundo y de lo que llamamos "realidad". Ahora leo un libro que tiene más de cuarenta años que fue escrito y publicado, "Caballo de Troya". Cuya saga ya va en el libro número 12, y al parecer será el punto final "de lo público", dice el autor. Es decir seguirá pensando en lo privado sobre el tema. 

3. ¿Pero de qué tratan dichos libros? En esencia de un viaje al pasado que hace un personaje a quien se le conoce como "El mayor" a través del tiempo en una misión secreta, proyecto de dependencias estadounidenses, y el tiempo elegido en esa misión son los últimos días de Jesús, allá por el año 33 DC. Dicho libro lo tuve en mis manos a los 17 años. Lo tuve de nuevo a los 30 y a los 45, pero no le leí. Hasta ahora que lo empecé a leer. Y de manera coincidente el autor dice tener el primer encuentro presencial con El Mayor en Villahermosa, precisamente en el Altar mayor del Parque la Venta. Y la casualidad o causalidad es que lo leo precisamente en esta bella ciudad.

4. Me gusta escuchar. Y casi sin interrumpir. Me entusiasman los monólogos, porque imagino la manera como se van uniendo las palabras en una conexión inesperada, yendo de una idea a otra, en ocasiones de manera muy lógica coherente y clara, y cómo en otras va de manera disparatada, empezando por idea s sobre un tema y terminando en un extremo muy distinto, digamos que empieza mi interlocutor con los goles anotados por su equipo y termina llorando porque su novia lo dejó. En ocasiones aquí se detiene y me preguntan sobre qué opino, pero ya no sé si se refiere a los goles de su equipo, a otros tantos temas en el intermedio, o al abandono de su novia.

5. Me gusta observar el verde paisaje de esta entidad tropical. Alcanzo a distinguir decenas de matices del verde. Y a veces les pongo nombre que nadie sabe. verde botella. Verde matinal. Verde del crepúsculo. Y sigo la linea que bordea el límite alto del follaje cuando se une con la linea de lo que llamamos cielo. Valoro desde la baja hierba, juego con la adormidera despertándoselo algunas de sus ramitas. Disfruto mirar los altos árboles con sus frutos para los pájaros. Casa de todos es el monte, la pradera, la selva. Escuchar la chicharra, el batir de alas de algunos pájaros y su canto, sin duda alguna.

6. Me gusta ver a las personas tranquilas. Siempre en lo suyo con serenidad. Los veo cuando pasan frente a mi casa rumbo a su trabajo. Y los veo de regreso, siempre con la misma actitud. De sonrisa. Con los saludos de buenos días y buenas tardes. Van a la jornada con la esperanza. Y regresan con la misma esperanza. Inclusive los días de pago vienen igual de sonrientes. Y vienen con una bolsa donde llevan pan, frutas, pollo o pizza para compartir con su familia que les espera. Los domingos acuden a misa en la parroquia cercana de la casa.

7. Me gusta mirar el movimiento de entrada y salida de las escuelas. El barullo y la alegría que se escucha y mira. Prisas, risas, preocupaciones en algunos. Algunos adultos no lo saben, pero es allí donde se está forjando en buena medida a los futuros ciudadanos. La otra parte en casa y el barrio, si. La escuela es como la resistencia ante los embates de la mediocridad, lo banal, lo vacío. La escuela resiste como ejércitos de guerreros por el bien. Tantos los maestros y administrativos como los padres que apoyan y los niños, como material moldeable.

8. Me gusta saber de los avances tecnológicos. Vi el inicio de la televisión blanco y negro y luego a colores. Vi el paso del teléfono fijo al móvil personal. Viví antes del internet y utilizo y disfruto lo que me permite mi economía los avances. Vi los discos negros de acetato y los hice dar vueltas con el viejo gramófono y en el roce de la aguja escuchar los sonidos de Chico Ché, Vivaldi, Rigo Tovar, Dulces, Charles Aznavour, The Beatles y Agustín Lara, entre muchos otros. Y ahora cargo mi usb con mi lista para tocar y hago otra list en la plataforma, conmúsica norteña o esa que dice bossa nova y jazz para cafeterías.

9. Me gusta promover la lectura y la escritura de textos. Lo hacía cuando trabajaba con grupos escolares. Lo hago cuando doy charlas a jóvenes de preparatoria o a maestros y maestras en servicio. Quiero transmitir su importancia. Si llega a una sola persona y se entusiasma por esas actividades que desarrollan e órgano del pensar, me doy por bien servido. por eso coordino talleres literarios. Me gusta ver los nuevos textos. Y saber que no importa si no se dedican a ser escritores y si se dedican está bien. se cumple el objetivo de desarrollo persona. Somos otros luego de escribir un texto. otros luego de leer un libro.

10. Me gustan los cantos de karaoke. No, perdón, me gustan más la música en vivo. Cuando se canta acompañado con un instrumento o varios. Lo disfruto mucho. pero si no hay de otra, me gusta también cuando se canta con karaoke. Siempre se cuela un profesional que intimida a los demás, pero quienes somos aficionados de verdad no nos arredramos, y tomamos igual el micrófono para cantar "Paloma querida", "A mi manera", "La Negra Tomasa", "Cruz de Navajas", "11M" (entra humo en mis ojos con esta canción española por la historia de amor rota a causa de un bombazo en tren).

11. Me gusta tomar café. Alguien me entiende. Lo pongo a mi lado cuando escribo, por ejemplo en este momento. Cuando leo. Para platicar me encumbro con café como cometa al soñar utopías y hablar de ellas. El café en todas sus variantes de sabores, sea el que viene de la sierra de Coatepec, o de las montañas de Chiapas, o el de Colombia.Lo disfruto también en solitario. Sorbo a sorbo. 

12. Me gusta caminar. Cuando tenía doce años, en una comunidad de San Felipe Guanajuato, mi padre me llevó a visita de tías. Una mañana desde lo alto donde estaba la casa de mi tía Toña, alcancé a ver a lo lejos un pequeño pueblo, y el camino de bajada que nos conectaba. Sin decirle a nadie tomé ese camino, y como a la hora y media llegué a ese pueblito, me detuve en una panadería, compré dos peinas de pan y un refresco, los comí gustoso y pleno de haber llegado, ahora el problema era el regreso. Y emprendí el camino e regreso, solo que había bifurcaciones y tomaba un camino y otro bifurcación, y al tin Marín tomaba uno, hasta que me perdí. En el camino encontré a una señora persona grande. "Estoy perdido, voy a casa de mi tía Antonia". Y ella me dijo cómo llegar. 

13. Me gustan los caminos y caminar. Como la vida misma, un viaje, un camino. Y disfrutar los pasos que damos en el transcurso de los días. Y la canción sigue: "Tope en eso, tope en eso que al cabo/ mi gusto es./ Mi gusto es/ y quien me lo quitará/ Solamente dios del cielo/ me lo quita, mi gusto es..."

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