Apuntes a vuelo de pájaro

1. Es una distinción ser jurado de concurso. Sea el concurso que sea. Así que agradece la invitación las más veces que puedas. Yo lo he sido principalmente de cuento, de poesía, de declamación y de oratoria.

2. Cuando no soy jurado y asisto como invitado, mis sentidos están dispuestos y alertas a fungir como si lo fuera. Y me fijo en los detalles y estimo el veredicto, sin decirle a nadie.

3. Si te haen la invitación para ser jurado, autoreflexiona sobre si sabes sobre el tema o si no; en función de eso acepta o no. Quien invita acepta tu negativa y agradece que seas sincero. 

4. Ser jurado es una responsabilidad. Y si no sabes sobre el tema a discernir, es una traición hacia la niñez y juventud.

5. Si eres asesor de un participante, y no sabes sobre el tema, no te preocupes, ocúpate. No es delito ni vergüenza. Hay tutoriales en Youtube para que los veas junto con el alumno o alumna. Así aprendes también tú. Y en una de esas te conviertes en orador, declamador o escritor.

6. Los jurados de concursos de poesía deben ser escritores poetas, o habituales lectores de literatura, porque son textos poemas que los participantes escribieron y el jurado confronta los textos para identificar cuáles son verdaderos poemas y entre estos cual es el mejor. Los de declamación son muy distintos: en estos se dice un poema frente al público y se trata de transmitir la emoción que el autor del mismo sintió al escribirlo. Declamar no es teatro. Las manos se mueven de manera natural, no mecánica. 

7. A mí me gusta asistir a los concursos. Es mi consideración que deben hacerse desde nivel grupo para que todos tengan oportunidad de participar, que es el verdadero motivo de los concursos. Es decir localizar al mejor, "qué bien", pero recordemos que la educación busca el desarrollo personal de todos. Seleccionar a los que "ya saben" es un sin sentido educativo

8. También considero que deben realizarse, en el caso de los de declamación y oratoria, al frente de todos los alumnos y alumnas. Esto con el fin que todos aprendan al ver y escuchar a los participantes. Son una fiesta de la palabra. Y escuchando y viendo se aprende, sin duda alguna. De seguro más de uno se animará a participar en la edición siguiente del concurso.

9. En el caso de oratoria, no son exposiciones de clase. Se trata de convencer de alguna idea o planteamiento en un tema determinado. Y la participación es con una pieza de oratoria (texto que se dice oral) que tiene sus partes definidas. Esencialmente son Introducción, desarrollo y conclusión. También se le pueden decir a las partes: Apertura, declaración de postura, razones, conclusión y exhortación.

10. Hay emociones en los participantes. Me ha tocado ver participantes que respiran hondo antes de empezar. Hay quienes se les olvida. Y bueno es decir el lugar común de que todos sean ganadores. Pero explicarles por qué: pasar al frente y enfrentar al público (aunque solo esté el jurado) ya es un paso adelante en el desarrollo personal.

11. Y reiterarles que si bien es cierto que se trata de ganar el concurso, ello no tiene sentido si no se contempla también el ser buen hijo, buen estudiante, buen amigo, buena pareja y buen vecino. En general un buen ciudadano. Y tener paz y armonía dentro de uno mismo.


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