Pajas y vigas en los ojos

1. Ahora que ha muerto el primerísimo actor Ernesto Gómez Cruz, bien vale la pena reflexionar sobre un grupo de películas de Luis Estrada, donde él, junto con Damián Alcazar, Pedro Armendáriz, Joaquín Cossio, y otros, en las que se refleja la sociedad mexicana y sus relaciones de poder para la concesión de beneficios al amparo de esa estructura que se llama sistema político mexicano. Las películas son La Ley de Herodes, Un mundo Maravilloso, El infierno, La dictadura perfecta y Que viva México. Todas ellas tienen el denominador común de la sociedad y el poder. 

2. No voy a escribir sobre las películas. Solo hay que verlas y verlas como un espejo. Es más fácil que las cosas sigan igual con sus cambios ordinarios y por inercia, a que se dé un cambio radical. Porque en la primera solo se requiere dejar que nos lleve la corriente. Y girar a donde gira el viento. Como un barco de velas sin pericia del timonero. Y en la segunda se trata que todos empujen y lo hagan con entusiasmo, fuerza y conocimiento. En esta segunda se requiere conformar una visión que contenga las imágenes completas de cómo nos queremos ver en el futuro a corto, mediano y largo plazo.

3. ¿Está arraigada en el tuétano la corrupción en el mexicano? Es el estado con leyes anticorrupción y dependencias especializadas para combatirla, quien  ha concesionado no solo las placas y señales de radio, sino también los espacios físicos de oficinas y cruceros para la mordida y el intercambio de favores. Sino que también ha logrado convencer a la extensa mayoría que solamente avanza quien es corrupto.

4. Por eso llamó poderosamente la campaña de Miguel De la Madrid en 1981 cuando su mensaje más importante llamó a una "Renovación moral de la sociedad".  Con ese sexenio empezó un largo periodo de gobiernoneoliberal que tejió y manejó para que hubiera una corrupción abierta o disimulada, y acuerdos con los grupos que operan al margen de la ley. La consecuencia directa fue la ampliación de la brecha de los pocos que más tienen y la mayoría en pobreza generalizada.

5. La corrupción se ve como la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Pero además hay una especie de mal consenso social en el sentido que robar poco no es mucho. Y que robar pero hacer obra y si además salpica, pues está bien. Y si estuvo en el gobierno y no robó es un tonto. Así se las gasta gran parte del pueblo. Se cuenta del gobernador Manuel Mora, de quien dicen terminó como empezó su gobierno. Y hasta peor. Por eso un gobierno del estado le construyó la Casa del Escritor Casa Mora, para que viviera sus últimos días de su vida. Luego fue casa del artesano. Y ahora me aseguran es una bodega. No sé si de papeles, libros o de artesanías. Nomás para dejar un dato: en Bacalar, Quintana Roo se encuentra La Casa internacional del escritor, donde se llevaba. cabo seminarios, conferencias, cursos, presentaciones de libros, etc. Sí claro, allá es Q, Roo y acá es Tabasco.

6. Pero estábamos con lo de la corrupción, y cómo el Estado y sus intrincadas relaciones crea concesiones para que el concesionario se arregle con los clientes y fije tarifas, habiéndole reportado una ganancia a quien le otorgó dicha concesión o permiso. Yo he mirado, por ejemplo, puestos ambulantes por miles en muchos lugares. Y he visto cuando el recaudador irregular de impuestos pasa por la cuota. Y todo corre a la maravilla.

7. Gabriel Zaíd es de los pocos que ha escrito sobre la relación biuniboca del poder y la corrupción. Uno de sus libros se llama "El poder corrompe". Y puede ser que el mismo que está en el poder ni se dé cuenta que lo que hace lo es precisamente, aunque ella mayoría sí. Los proveedor son afectos en regalarle cosas a quien le asegura los contratos en las provendrías. Y esos regalos van desde una caja de hojas bond, una computadora hasta un auto de lujo, un reloj de alta gama o una casa en fraccionamientos exclusivos. Esta casas no las ponen a su nombre, por supuesto, si tontos no son.

8. En tres o seis años nueva cauda de ricos. Luego una campaña electoral para renovar por ley los nuevos gobernantes o la reelección que por Ly lo permite en presidentes municipales y diputaciones, aunque el sufragio sea planteado como efectivo.

9. Se cuenta que cuando era gobernante Don Leandro Rovirosa venía la elección intermedia. Y uno de sus coordinadores le dio un nombre para que fuera candidato a presidente en Nacajuca. Eran los tiempos en que el PRI era la seguridad para las generaciones de políticos y sus familias en primer y segundo grado. Le llevaron el nombre del susodicho, fue candidato en campaña, ganador y luego Presidente municipal. Y ya como presidente compró terrenos, ranchos y hasta cambio de esposa por una mujer joven. Ante los escándalos ya públicos, quien le había propuesto el nombre del candidato, llegó ante Don Leandro y le dijo: "Nos equivocamos, Gobernador". Y este respondió con énfasis"¡Noooo. Te equivocaste tu. Yo a ese ni lo conocía!".

10. Zaid: "...El contrato fundador de la más longeva república premoderna que hasta ahora hemos tenido establece que un presidente mexicano puede ejercer la soberanía absoluta, por encima de la Constitución y por encima de los poderes legislativo y judicial, pero transitoriamente; sin que le disputen el poder los aspirantes, que disciplinadamente harán cola, y entre los cuales elegirá al sucesor; con la obligación de retirarse, al terminar su turno, sin llevarse ni parte del poder; pero con el derecho de no tener que responder de sus actos, y hasta de tomar impunemente lo que a su juicio valga su pacífica abdicación..."

11. Y sí, sería bueno bueno asomarse a esas películas de Luis Estrada, en las que ese conjunto de actores (Damián Alcázar, Joaquín Cossío y Ernesto Gómez Cruz) hicieron buenas películas como un espejo monumental de la sociedad mexicana. Y no está por demás echarle un ojo a otra película fundamental de cómo se disputa el poder: "La sombra del caudillo", no solo homónima de la novela de Martín Luis Guzmán, sino basada en ese texto que es una sociología literaria del poder político y como se lucha encarnizadamente por él, con las simulaciones que parecen verdad absoluta ante el pueblo.