Juez y verdugo
Terror frente al abismo. El paracaídas descompuesto. El sueño misterioso y mágico de toda ternura vislumbrada. Yo a esa edad cantaba. Y buscaba poemas que aludieran mis instantes. Era el fin. La diatriba contra la brújula. El lanzamiento de dados del dios destino. Estábamos previstos para la burbuja de jabón. Hoja al viento. Polvo. Por eso despertamos y asumimos el papel del sueño solo. De saber que la nota musical es más durable que la vida personal. Por eso andamos fantasmas. Mirando al espejo para encontrar respuestas. Y nos encontramos al fiscal tiempo que dicta inexorable sentencia. Y es a la vez juez y verdugo.
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