Ojos
Dejó los ojos con mirada de espinas. Antes fueron de pétalo rosa de flor. Y quedaron las cuencas. Antes también piedras. A partir de allí la percepción fue luminosa. Sin barreras esas de prejuicios. Sin atolondramiento de los apegos. Quedaron cinco fuentes de chocolate. Y la flor en su existencia en el justo instante del tiempo. Dicho lo anterior. La mirada expresión del alma. Sonrisa con ausencia de tristeza. Clave y bongó. Al final todos cuencas para nuevos ojos.
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