Goteras

Antes de la temporada de lluvias, mi padre localizaba los pequeños orificios del techo, por donde entraban gotas. Y con los días llegaba la temporada. E indefectiblemente había goteras. Menos sí, pero al fin se hacían presente. Y nosotros poníamos recipientes para recogerlas. Mi padre se rascaba la cabeza y reía. "El agua busca siempre su ruta. Y la encuentra", nos decía resignado. Mi madre tenía su sabiduría: "esas gotas las necesitan las plantas". Sí, pero mientras tanto, pensábamos nosotros, sin pronunciar palabra.

Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

De cartas

¿Por qué así, señor periodista?