A veces sucede que me encuentro

Me encuentro a mí mismo en los autobuses y en las iglesias. Es raro todo esto siendo yo mismo y mi sombra. En los parques sentado. En las salas de espera. Me reconozco en las filas para pagos. Y en las bibliotecas. En los hoteles registrándome con otro nombre. Y lavando los trastes de los restaurantes. Me encuentro y me reconozco. Y me hablo sin que yo mismo en el otro me conteste. Siembro papas y tomates en los campos. Cosecho maíz. Hago zanjas en los cementerios para enterrar despojos de hombres y mujeres. Riego las macetas. Doy comer a los conejos y los pájaros. Me encuentro en la pista del circo como fakir y payaso y entre el público. Encuentro mi ego y la mirada a ninguna parte con fastidio que tengo. Huyo de mi mismo al reconocerme. Truhan, pájaro de siete suelas, de cuentas, que toma café por las tardes, dice mentiras y juega al solitario. A veces me sigo para saber en donde me meto cuando cansado deambulo por las calles. Llueve, me mojo. Pido chocolate o café. Y duermo. En los sueños no soy yo el que sueña. A veces sucede que me encuentro. Y no me reconozco. Soy el otro, el que también sigue.

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