La casa amarrada

Anunciaban huracanes. Y la casa nuestra era de madera vieja. Y láminas de cartón. Alrededor eran casas de material o de madera pero bien construidas. Los vecinos miraban con burla, o se expresaban con sarcasmo al ver a mi padre sacar unos cables pesados y amarrar la casa, por arriba y sujetarla a cuatro árboles gigantes. Mi padre no contestaba. Y llegaba el huracán con su viento fuerte. Y la lluvia. Y volaban láminas de zinc y cartón. Y pasado el temporal varias casas quedaban sin techo o derribadas. menos la nuestra. Y pasaban los mismos vecinos. Y nada decían.

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