Librero de viejo

Librero de viejo
1. Poco arriesga uno en libros de autor desconocido. Y mejor nos vamos a la relectura. Con el autor desconocido vamos a ciegas. Aunque nos hayan dicho y asegurado que está muy bueno. Y más ahora que se publican libros por todos lados. Los gustos de otros no siempre coinciden con uno y viceversa. Como decir que las neuronas se alinean de manera diferente en cada quien. O cada cabeza es un mundo. Y cada quien mira la vida desde diferente óptica. Yo no he encontrado los libros, sino que estos me han encontrado a mí. Y me someto al destino.
2. Con "Crimen y castigo", de Fiodor Dostoyevski, entraría de nuevo. Me perdería en sus páginas para volver a seguir al estudiante pobre, Raskolnikov, en sus delirios que le llevan no solo a matar a la usurera con golpe de hacha, sino a entregarse a la policía, viendo que nadie daba con el asesino. Haríamos la afirmación en su nombre: si es una hipótesis que asesinar no es un mal, de qué sirve que nadie se dé cuenta quién es el del valor para desafiar las leyes terrenales. "He allí el hombre joven, dispuesto a llegar hasta el castigo luego del crimen".
3.Con "Hambre", asimismo. Su autor es Knut Hamsun. Su solo título describe el vagabundeo de un hombre que no tiene más para sobrevivir que el oficio de juntar palabras escritas y contar historias. Y lo sigue uno en ese peregrinar. En búsqueda de quién se interese en publicarle algo, que le permita el pago para comprar comida, y hasta compartir el pan duro con personas en condiciones peores. Se considera que es el mismo autor el personaje de su errabundo caminar y escribir. Hsta me parece verlo en las calles de esta o cualquier ciudad. "¿Y si nos tomamos un café Don Knut?" "Yo pago". "No, pago yo".
4. Con "Cartas desde la Rue Tailbot", me deslumbró William Saroyan. Andaba yo distraído por el centro de la ciudad, buscando un editor que se me escondía. Y luego me le escondía yo. Era como el juego de las escondidas. Aún no lo encuentro. Me debía un pago. Y en eso, un libro me encuentra y me llama desde un tendido de libros viejos. Esos que ya pasaron por diversas manos y mentes. Era pequeño, y lo he perdido a través de préstamos que no regresan, porque no se los presto a gente tonta. Son unas veinte cartas que escribe a distintos destinatarios. Uno de ellos es Dios. Otros: un vendedor de periódicos. Una de sus maestras. Un tío. Y otros. Atrapa el tono familiar con el que se dirige a ellos, ademas de la magistral sencillez, algo de nostalgia.
5. "La madre", novela de Máximo Gorki, es otro de los que volvería a meterme en sus páginas. Y volver a ese pueblito ruso con su fábrica como centro laboral donde se muestra la explotación a los obreros. Pero más allá de los lugares comunes de este tema, la narrativa de Gorki te hace escuchar la plática de los muchachos, casi adolescentes, que sueñan con hacer la revolución social justiciera y que protestan contra las injusticias. Se reúnen en la casa de Pavel, y son atendidos por la madre, que los escucha con alegría y solo les pide que le dejen a ella sus ideas religiosas, que son las que sostienen la vida de los viejos como ella.
6. "El viejo y el mar", de Ernest Hemingway. Novela corta, casi cuento largo. El viejo pescador "salao", desde hace días no pesca nada. Y al niño, que siempre lo acompaña, le han negado permiso sus padres, porque pierde el tiempo. Y el niño quiere ir con él. Un buen día lo miran volver con un gran esqueleto, del gran pescado, que no pudo subir a su pequeña embarcación, y lo llevó a rastras, mientras fue banquete de otros peces. Al viejo le gusta el beisbol. Y el niño, solidario, le lleva comida.
7. Una vez caminaba por entre los pasillos de esas tiendas departamentales que tienen mercancías por todos lados. ¿Dónde nacieron como grupo los Beatles? Esa. Y al pasar por el área de libros, que mis pasos como caballo adoctrinado por veredas y caminos, siempre me llevan por allí (y a electrónicos e instrumentos musicales). Y un libro me llamaba con ahínco, como diciendo "ven a mí". Era "Carta a D". El autor, André Görz, cuenta que nunca le ha escrito algo a su esposa. Y esta carta tiene ese fin. Cuenta de sus inicios con ella, cuando la conoce, un joven judío mira como estrella lejana a una muchacha rubia y alegre. Finalmente se hacen novios y esposos, hasta que la muerte los une y reúne. Se suicidan en la edad que llaman tercera. Esto lo cuenta el editor. Pero el inicio del libro es altamente bello:
8. "Acabas de cumplir ochenta y dos años. has encogido seis centímetros, no pesas más de cuarenta y cinco kilos y sigues siendo bella, elegante y deseable. Hace cincuenta y ocho años que vivimos juntos y te amo más que nunca. De nuevo siento en mi pecho un vacío devorador que solo calma el calor de tu cuerpo abrazado al mío..." Una verdadera bomba de palabras estalla al asomarme a esta primera página. A este primer párrafo. Y deme dos, le dije a la muchacha sonriente que me miraba abrazar al libro y darle de besos (al libro, sí). Creo que ya adivinaron que uno compré para mí y otro para ella. Que dijo "gracias". Y que agregó: "salgo a las 3 a comer, yo invito".
9. Bien por los que han querido leer, y los han leído, a "El Quijote de La Mancha," "La Montaña Mágica" y "En busca del tiempo perdido". Yo no he podido. No tengo la disciplina para ello. Y ahora creo que ni el tiempo. Me metí en ellos, y a las veinte o treinta páginas abandoné, furioso contra mí mismo. Claro que haré otro intento el año 2025. "Crimen y Castigo" y "La Madre", los leí a los 17 años. Y eran bellas ediciones de la moscovita Editorial Progreso. Pasta dura e ilustraciones muy bellas que te iban llevando capítulo tras capítulo, por los caminos que iban recorriendo los personajes. Casas bajas. El samovar. Los gruesos abrigos y las bufandas. Y los he releído unas dos veces más.
10. No tengo plan de lectura. Cojo el libro que más tengo cerca. Me meto algunas páginas por la nariz o los ojos. Los palpo. Y luego decido si le sigo o no. De García Márquez he leído como cuatro. De Milán Kundera casi todos. De Franza Kafka "Metamorfosis" y "El proceso". De Augusto Monterroso casi todos. De Carlos Fuentes creo que solo Aura, por lo del escándalo que hicieron grupos de derecha. Del "Manifiesto comunista", solo los prefacios y la primer línea: "un fantasma recorre Europa, el fantasma del comunismo. Del premio Nobel 2023, Jon Fosse, leí "Trilogía". Me encantaron sus reiteraciones. De la del 2024, leí "Clases de griego". Hay un libro de "Prólogo de Prólogos", de Jorge Luis Borges. Una reliquia.
11. Y tengo pendiente escribir sobre los locales. Claro, de los que me han hecho llegar sus libros. Son pocos. Efraín Gutiérrez Arias +, Manuel Alvarez, Vicente Gomez, Carlos Benito Lara, Ruth Pérez Aguirre. Y otro texto debe ser de mis poetas preferidos, Empezando por el ladrón francés Villón. Y claro, otro texto sobre otros libros de narradores. De autoayuda solo uno.

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