Fiat lux

1. Como si nuestra mente fuera una habitación. Imaginemos. Abrimos la puerta y a oscuras buscamos de manera automática el botón que enciende y apaga la luz. Al encontrarlo lo activamos y de manera instantánea se ilumina el área y vemos lo que contiene. En raras ocasiones no hay energía eléctrica, y aunque lo sabemos, de todas maneras hacemos dicho movimiento con el botón. Y esperamos se ilumine, y recordamos que no hay dicha energía, entonces permanece la oscuridad. Y tratamos de movernos a tientas, como si tuviéramos los ojos cerrados. No alcanzamos a ver absolutamente nada. Provisionalmente ciegos, comprendemos a los ciegos.

2. Habitación o casa sin luz es una circunstancia que relacionamos con oscuridad. Si en definitiva no hay energía eléctrica por las razones que fueran, entonces buscamos la manera de iluminar dichos espacios. Sea con una lámpara de pilas, con una de energía solar, con vela, veladora, o simple cerillo. Ahora, claro, con la lámpara que era nuestro celular. Vaya, hasta con una vara de ocote encendido. Dicen que con esas varas se iluminaban antes las ciudades antiguas antes que se inventara la energía eléctrica.

3. ¿Y qué hacemos si no hay luz porque no hemos hecho el contrato con la compañía de Luz? Buscamos la dirección de dichas oficinas. Nos dan los requisitos a cubrir, la tarifa, la correcta instalación donde irá el medidor, para que ellos lleguen y realicen el trabajo correspondiente de bajarla, conectarla y poner el medidor. Ya hecho dicho trabajo, entonces a disfrutar las áreas iluminadas de la casa. En fechas decembrinas hasta buscamos instalar juegos de luces, mantenerlos día y noche, para que se note el espíritu de la navidad. Que el árbol y el nacimiento estén iluminados. Y que todos los vecinos miren el derroche de luz.

4. He abundado sobre los espacios con o sin luz y la diferencia. Si venimos caminando en una colonia de noche, nos damos cuenta si algunas farolas están fundidas, y cuáles son las áreas más iluminadas. Y caminamos por estas. Las canchas deportivas cuando tienen buena iluminación, los muchachos y muchachas hacen deporte hasta altas horas de la noche. Se nota alegría. En cambio si están a oscuras, hasta las parejas tienen miedo de permanecer en esos lugares a oscuras, porque corren el peligro de ser asaltados, no como antes, que esos lugares eran los refugios para que las manos hagan lo propio, con el discurso táctil en el cuerpo de la pareja.

5. La metáfora es que la habitación, casa, barrio sin luz, sea en todo caso nuestra mente. ¿qué significa eso? Que de nosotros depende si queremos una mente iluminada o una mente a oscuras o en todo caso a semioscuras. De seguro que una mente en estos últimos casos podrá moverse, porque en la oscuridad por necesidad se aprende a realizar actividades. Vamos tanteando el área apoyados con los otros sentidos, sea localizando las paredes con las manos, para darnos cuenta por dónde podemos movernos, cuál es el espacio que tenemos, y dónde están los muebles que ocupamos.

6. En la oscuridad nos hemos movido. Un poco más de movimiento en la semioscuridad. Nuestra mente se ha acomodado para realizar actividades aunque no tengamos luz, luces, iluminaciones. Y así andamos.  Así nos chocamos con nuestros distintos y limitados pareceres. Queremos decir algo y lo decimos sesgados. Hablamos cuando debemos callar y callamos cuando debemos hablar. Los límites de nuestro lenguaje son los límites de nuestro universo, dijo Wisttgeinstein. No tenemos más espacio por ocupar cuando son las limitaciones las que nos tienen cerrados. Nuestra mirada no pasa, es un decir, más allá de nuestras narices.

7. Qué temas se me ocurren, dirá usted. Pues sí. hace días platicaba con una amiga maestra, y le comentaba sobre los estudios que estoy terminando (me falta solo un semestre) con temas de filosofía. "¿Y qué tal?", me pregunta. Me siento bien, le digo, por decir algo. Y ella insiste: "quizá esos temas de estudio le den otras formas de percibir la realidad". Certera ella en su expresión. En efecto, otras formas de percibir loq ue sucede a nuestro alrededor. Decíamos de la luz, como decir otras zonas de mi mente se iluminan.

8. Equivocado no estaba Platón al plantear la alegoría de La Caverna: en la semioscuridad del interior del lugar vemos sombras proyectadas que se mueven en la pared y para nosotros esa es la realidad. Salir de la caverna es mirar las cosas iluminadas con la luz solar, tal como son. pero para eso necesitamos salir de la caverna. ¿Así tan sencillo? Noooo. En el caso didáctico que Platon plantea en  dicha alegoría, quienes la ocupan en el interior están plenamente convencidos que están en lo correcto considerando a las sombras como la realidad real y verdadera. Y acuchillarían a quien piense lo contrario. Cristo colgado y muerto en la cruz. Sócrates condenado a morir ingiriendo cicuta. Martín Lutero King asesinado. Y así muchos ejemplos.

9. Pero no nos espantemos. En todo caso plantearnos si es preferible vivir en las tinieblas o conocer la luz y viviendo en nuestras circunstancias geográfica, sociales y políticas, comprender para poder realizar nuestras acciones y tomar nuestras decisiones con conocimiento de causa. Decía ayer un amigo: el 90 por ciento de la población está dormida. En el contexto del presente escrito, diríamos que viven con poca o muy poca luz. Y entonces sus decisiones las toman en la oscuridad de su pensamiento. Pero no lo saben. Diría aquel: tienen ojos para ver, pero no ven. 

10. ¿Y de qué manera se ilumina la habitación, la casa, El Barrio, la colonia? ¿Y de qué manera se ilumina nuestra mente? Esa es tarea por reflexionar. René Descartes cuenta en su libro "Meditaciones", que llegó a una edad donde comprendió que todo lo aprendido hasta esa edad era lo que todos los poderes exteriores (Estado, religión, sociedad) le habían inculcado  como ideas verdaderas. Entonces hizo un alto para reiniciar de nuevo su mente. Y en dichas meditaciones fue escudriñando de dónde podría partir para iniciar de nuevo. ¿Quién y qué se es cuando se dice ser? Soy algo que pienso. De eso sí estoy seguro. Cogito ergo sum. Quede la pregunta ¿Cómo iluminar nuestra mente?


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