Esta mañana nos han dejado todas las aves

Se han ido a guarecer bajo la sombra de un árbol imaginario

El amor también se ha ido a consolar a la tristeza 

Nos han dejado los sueños porque han ido a cumplirse 

Las utopías aún no han dejado de bañarse en el prodigiosa río de la existencia humana

Maltrechas, sí

 Arrinconadas, sí

Entre las cuerdas, también.

Y cuando el hombre quiere tirar la toalla. Digamos muchos hombres y mujeres

La utopía vuelve a dar señales de amor. Digo, de vida.

Y los hombres y mujeres se levantan



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