La dulce Dulce



1. Coincidí con Dulce allá por 2016 en el aeropuerto de la Ciudad de México. Yo iba a Matamoros, ella a Monterrey. Fue fortuito, por supuesto, el encuentro, y por lo tanto breve. La vi venir y -lentes negros, grandes, como ocultándose de los molestos fans- casi a punto de cruzarnos, dije para llamar su atención."¡Arriba Matamoros". Ella volteó a verme, sonrió y se detuvo. "Me da gusto coincidir y verte. Siempre te he admirado", aproveché para decirle. Ella dijo algo así, acostumbrada a esas expresiones comunes, y también común la respuesta: "ay que lindo, gracias". Y yo: "Yo también soy de Matamoros". "Paisano, entonces". "Y voy para allá", dije. Yo, a Monterrey. Me saludas a mis paisanos." Nos despedimos de nuevo con beso en las mejillas. "Chao". Y se fue. Y ya estando en Matamoros, yo era un fastidio diciendo a los amigos y familiares. "Dulce les mandó saludos".
2. Dulce ya no vio el 2025. Le aquejaban males que acabaron con su vida. En vivo no la veremos más. Pero seguiremos escuchando su poderosa voz que nos ha alegrado desde hace muchos años. Y qué voz la de ella. Sus canciones decían lo que muchos sentimos. Lo que muchos sufrimos en esos desgarramientos provocados por los apegos. Cierto es que algunos temas de ella son de ruego a los hombres, como en el "Déjame volver contigo", o "Tu muñeca", a la que se le da cuerda. Y cosas así. Pero recordemos que los cantantes son interpretes. Y entre más parezca que lo sienten, mayor es probable que nos identifiquemos con ellos y ellas.
3. Además, los y las cantantes desarrollan una imagen como intérpretes, y un estilo, que las más de las veces los compositores crean las canciones específicamente para ellas. Y Dulce tenía esa voz fuerte, imponente, y esa capacidad para transportar el sentir de los autores, para que el fan, la fan, sintiera como que uno mismo la estuviera cantando, habiendo pasado por situaciones parecidas, porque ¿quién no ha querido que vuelva lo que nunca más ha de volver? Dulce ha sido desde los años 70s y hasta esta fecha una de las más grandes cantantes mexicanas. Y he visto fiestas de karaoke donde algunas de sus canciones -las que literalmente hacen llorar- son las seleccionadas para hacer catarsis de decepción.
4. Mortales que somos, algo de genética que traemos y nos empuja a ciertas dolencias o deficiencias, mas el tipo de vida que llevamos, y aunque no hay edad para la muerte, ella falleció a los 69 años. No hay buena o mala edad para morir. Toca y punto. Días antes se le veía bien, dicen sus cercanos. En marzo pasado la operaron de un riñón. Y reciente de un problema pulmonar, algo así como fibrosis. Y que había reaccionado bien. De hecho hasta un mensaje vía redes hizo, donde se le ve en perfecta recuperación. Solo que para el colapse del interior basta un instante. Y eso le sucedió precisamente el día 24 de diceimbre. Descanse en paz.
5. Dulce ha dejado cientos de canciones con su poderosa voz para que la sigamos escuchando. Su vida fue cantar. Desde los 14 años se inició profesionalmente en el hotel más importante de Matamoros, que estaba donde hoy está el consulado de Estados Unidos. Calle Álvaro Obregón, de la Colonia Jardín. De allí se fue a estudiar Psicología a Monterrey. Y le siguieron sosteniendo el contrato en otro hotel eslabón de la misma cadena trasnacional, para que pudiera estudiar y trabajar. Y eso hizo. Ya desde ese tiempo ganaba lo suficiente para mantener a su pequeña familia que constaba de una hermana y su madre.
6. Como toda hija del esfuerzo, su sueño primero era sacar a su mamá de trabajar, y luego comprarle una casa. Lo cual logró en muy poco tiempo. De allí se va a México antes de cumplir los 18 años. Conoció pronto al actor Gonzalo Vega, y se enamoró perdidamente de él. "El amor de su vida". Al sacar de trabajar a su mamá, acordaron que ella viajaría a sus presentaciones. Tanto así que al enterarse que era novia menor de Gonzalo Vega, la mamá lanzó el grito al cielo, prohibiéndole dicho noviazgo, por una razón poderosa: la diferencia de edades. Todo eso lo cuenta ella. Que Gonzalo pasaba por su casa a medianoche, luego de salir del teatro, y tocaba el claxon, y que ella lo escuchaba. Y que a veces él gritaba a todo pulmón: "¡Dulceeeee, te amooooo!"
7. Y cuenta que al concluir la madre que ese amor entre ambos era verdadero le dio permiso de que anduvieran en público. Y que luego, en una discusión con su mamá, ella se fue de la casa, y fue a casa de su novio Gonzalo par quedarse. Y que este le dijo: "no por pelearte con tu mamá te vas a venir a vivir conmigo. Arregla tus cosas con ella y preparamos el matrimonio". Y luego ya vivieron juntos en amor libre, hasta que las diferencias de trabajo, él en el teatro, ella en sus giras, hicieron incompatible la relación que duró cinco años. Fue el amor de su vida.
8. Pero el presente no es un texto sobre los detalles de su vida. Discreta en su vida pública, dio muestras de estar muy centrada y con los pies en la tierra sobre su ser y su vida en el espectáculo. Orgullosa de su edad y agradecida con su cuerpo y completo en todas sus partes, decía que su ejercicio era cantar. Y refiere que para cantar se canta con todo el cuerpo, no solo con la garganta. En una entrevista muestra lo duro de sus piernas y su abdomen plano, y eso fue cuando tenía 67 años.
9. Pero volvamos a la fuerza de su voz. En sus interpretaciones se mira una entrega total, tanto el tema de la canción, como al motivo del autor plasmado en las letras. Y es allí donde decimos que nos transportaba a sentir como si nosotros nos estuviéramos expresando en ella. Hay por allí un video donde está sentada en primera fila en una presentación de Juan Gabriel. Y el divo de Juárez va a empezar a cantar la canción "Luna", tú que le vez. Y se acerca a Dulce y le extiende la mano para invitarla a que se pare y le acompañe. Y al tomar el micrófono y empezar a cantar nuestra Dulce, Juan Gabriel se admira, y se le nota en su rostro, de la majestuosidad de la voz e interpretación de ella, de tal manera que deja que ella la cante toda.
10. Los dimes y diretes que surgen a la muerte de alguien, queden como eso, como expresiones de los programas de espectáculos, que como buitres se lanzan para descomponer la vida de quienes ya no pueden defenderse. Que si esto, que si lo otro. Nosotros seguiremos escuchando las canciones de Dulce, constatando lo que hemos dicho: que ella canta con todo su cuerpo. Nos seguirá haciendo vibrar. Porque los sentimientos son la más genuina expresión de nuestro ser. Descansa en paz, bella Dulce, hija predilecta de nuestro Matamoros querido.

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