Memoria y olvido
1. En un paraje con dos vistas, de un lado árido y del otro, frondosa composición de verdes, se encontraron la memoria y el olvido. Ambos no se reconocieron. O fingieron.
2. La memoria se le quedó viendo al olvido con los ojos bien abiertos, como platos grandes, sorprendidos. Pensó para sí "¿Y ese altanero, quién es?"
3. El olvido igualmente ignoró a la memoria. Intentó pasar de largo. Pero fue llamado.
4. "¿Quién eres?", preguntó la memoria. Quería saber, para sumar otro recuerdo más.
5. "No te reconozco. Pero quizá soy tu futuro", le respondió el olvido, sencillo y humilde, sabedor que todos pertenecemos a él, al final de cuentas.
6. "Haz hecho trampa; eres un farsante. Si sabes con probabilidades quién soy, entonces no eres completamente el olvido", contra atacó la memoria, experimentada, académica, presuntuosa.
7. "Dije que quizá soy tu futuro", intentó corregir el olvido. "¿Con quién tengo el gusto?"
8. "Yo soy la memoria", dijo esta.
9. "Yo soy el olvido", le respondió el otro. "Repíteme quién eres", dijo de nuevo.
10. El espejo fue testigo del encuentro.
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