No sé

Cuando el corazón palidece, de rojo pasa a rosáceo o morado (no son colores feos, por cierto, me gustan las camisas de ese color). Es un decir. Más bien se siente uno pequeñito, eso sí. El caso ahora es que es otro lenguaje. Otro ritmo, este somnoliento. Arrastramos la sonrisa. Y maúllan los gatos en su suerte de felinos pequeñitos. No sé. de pronto viene todo así, como avalancha. Cantaremos de nuevo. Eso es seguro. No hay mal que dure cien años, lo sé. Bien lo sé. Sólo el amor, ese si.

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