Brevedad del tiempo

Cuando miro el reloj, no miro el tiempo, sino una  maquinaria exacta que mide la rotación del planeta. Una ocasión, en la diferencia de 15 y 30 años, respectivos, nos dijo el profesor de música: el tiempo es breve, se escurre y va como si nada. Un buen día ustedes amanecerán con la conciencia de cumplir los 30. Y mirarán que fue breve su paso en esa distancia de temporalidad. Y sucedió que un buen día desperté en mi cumpleaños 53. Es entonces que uno valora los aprecios y el afecto. Y destierra esas ideas de la noche, soledades, odios y rencores, no digamos ya de la guerra. Cuido el amor, como conciencia. Además la vida esta, predispuesta al ego, un buen día amanecerá extraviada en algún confín del universo. El cuerpo quedará inerte y al tiempo, el polvo, como constancia cruel, de lo que significa la vida en su brevedad. Mientras esto sucede, toquemos nuestro violín, ese mismo de las rosas.

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