Y sin embargo (2)
Sin embargo la tarde se fue. Mañana me lavaré la cara una vez más. A ver si de tanto, la mirada se ilumina. Como antes. Un decir, que las palabras presas, desesperadas salen al aire, a oxigenarse un rato. Me lavaré la cara para ver si la sonrisa se anima a aparecer y el canto, viva voz para mi mismo. Y las manos, también, que por supuesto, dirán discursos mañana. Domingo de utilería es cuando nos sirve para el teatro. Por si de pronto se necesita, tener a la mano este día. En la calle el cilindrero, extraviado de lugar, con su sonata diurna, nostalgia y melancolía.
Comentarios
Publicar un comentario