Pez

Ese hombre efecto pez. Entre el agua y la sonrisa. Se desboca por hablar. Para morir como dicen. Es sujeto de emoción. Y un talante mejor. Con sus ojos de pescado captura cuando es capturado. Y esa escama de su piel. Le ayuda para soportar, a quienes le quieren golpear. Entre el agua de mar o de río. Suele pasar. Un día quedó atrapado en la red. Otro día escapó. Pasó el tiempo. Y murió. Esta es otra historia de pez, en el tiempo inasible. La vez última, un poema para niños, y la luna. Dice el corrector, que en los textos para niños, no se menciona el morir. Diremos entonces que vivió. Así dirá: pasó el tiempo, y vivió. (Falta y corregir)  

Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

Rigo Tovar y Chico Ché

Max in memoriam