El tiro de basquetbol

Estaba en la charla ante estudiantes de universidad. De varias anécdotas para completar el tema. Y me acordé al final del tiro en la inauguración de la olimpiada infantil, una semana antes. Me dice el organizador "haga un tiro inaugural, es lo que se acostumbra". Y tomé el balón y lo boté caminando rumbo al otro extremo de la cancha. Tres o cinco botes di. Y moví mi brazo en círculo para que los músculos recordaran cuando lo hacían hace como cuarenta años. Y ya en la linea de tiro me acomodé. E hice flexión de cuerpo, como resortear. Y respiré profundo. En el camino le había pedido a Dios: "ayúdame Dios, y no importa que no vuelva la que se fue. O no me haga caso ya más. pero ayúdame" Y lancé el tiro. Lo veo en el aire. Y en esa fracción de segundo sucedieron tantas cosas. Recuerdos de adolescencia en otras canchas. Y vi con claridad que iba un poco de lado, como para pegar en el aro en su parte interior y de allí saltar y salir. Y quizá en mi pedido a Dios, este gran señor de barbas se condolió como si pensara: "si aquella no va a volver y no le hará caso ya más, mejor le ayudo". Fue entonces que una brisa movió tantito el balón, lo suficiente para llegar y entrar. Aplausos. Y lanzando el brazo, y con sonrisa fuerte, grité de felicidad. El tiro. Y ya sé lo que seguirá. Me puse triste.

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