La caverna

Creí verte en la caverna a donde acudo cuando no salgo. Andaba en la nube definiendo palabras sobre el algoritmo de la vida. Y era preciso. Entonces sin salir entré de nuevo en la caverna. Imaginé la luz con tu presencia. Y estuvimos a oscuras, escuchando sin saber lo que decíamos. Ciegos no nos vimos. Yo andaba sin ganas de defensa. Y era  oportunidad de oro para las palabras. Ese conjunto de palabras del renacimiento. Había murmullos a nuestro alrededor. Se rompió una taza. Y a tientas decidimos levantar piedras de colores, flor lodo, de pantano, polvo de otras eras. En la radio no hubo canción, solo anuncios comerciales. Y decidimos entrar de nuevo en la caverna. Ojo. Estamos sin estar en la caverna. Y entrar o salir significa exactamente lo mismo. No era taza, me corrigen. Era platón.

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