Piensa bien el pedir


  • Al recuerdo del cuento donde  el niño tuerto aquel, cuya madre pidió a Dios en aflicción  que le quitará ese mal, y Dios le cumplió: lo dejó ciego. Por eso pide bien. Piensa muy bien el pedir, cuando pides fama, lujo, dinero, autos, casas, éxito.  No está mal. Pensar en París o la cima del Everest. Alfombra roja, pasarela o parlar en parlamento. O vender un millón de discos o cinco mil libros. Si pides pez, procura no ser carnada.  Pide bien. Roma no se hizo en un día o diez años. Aquí de nuevo el diez. La vuelta de noria en la tierra la hizo posible un gato.  Y el pato no pudo volar. Este texto es broma, aclaro. Que cada quien pida de acuerdo a su medida. De acuerdo al valor de su letra de cambio. En el amor, ni el amor se exige a cambio. La utilería  es para el teatro. Yo pido  aire, viento, tierra, mar, de amar. Polvo soy, al fin y al cabo.

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