Sueños

Soñé que soñaba. Y sentí el aire en el rostro. Y la humedad en la piel. Entre la neblina de la mañana iba raudo en bicicleta por la orilla de mi ciudad. Y miraba en derredor las casas hacia atrás. En el velo del soñar que soñaba, capas de la conciencia, sentí la felicidad de ir de uno a otro lugar. Las palabras al vuelo. Cantando una canción. Y en el rostro el aire tibio, y la humedad sugerente de un bienestar afín.  Entre los sueños me encuentro yo mismo. Y sé que aún despierto mi sueño sigue en carne viva, mientras toco la guitarra.

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