Irracionales

1. ¿Dónde está lo irracional en el pájaro que migra, canta, construye sus nidos? ¿Dónde lo irracional de las abejas que tienen su organización perfecta y producen miel en las colmenas para que las disfrute quienes la necesitan y degustan? Además sin duda que polinizan, sí, nunca olvidarlo: son los agentes polinizadores que garantizan que haya reproducción de las plantas. Y si son irracionales ¿cómo se reproducen? ¿Cómo saben el camino de regreso al panal?

2. En la lejana clase de los primeros grados de primaria nos dijeron que somos seres vivos, y por lo tanto, mortales. Que las características son nacer, crecer, reproducirnos y morir. Y que estos, pertenecientes al reino animal, se dividen en racionales e irracionales. Y me dije en ese momento: "Soy racional", y me lo repetía cada vez que me era posible, cada vez que mi autoestima era baja. Solo que dudaba. Y a la fecha cargo con un sin fin de dudas, las cuales nacieron desde niño.
3. A la luz de esos conocimientos se nos dio a entender que entre los seres vivos del planeta Tierra, éramos superiores. Y estas son palabras mayores. Teníamos un cerebro más grande, caminábamos en dos extremidades, pensar y hablar, nos distinguía, y reíamos. A veces sin razón como bobos, dice una canción, pero al fin, depositarios y rientes como reacción a estímulos. De los seres vivos, de entre tantas especies, superiores. No está mal este destino.
4. A la luz de la razón, los seres humanos han ido acumulando, por miles de años, mucho conocimiento, que va desde el fuego y las máquinas simples, hasta los aviones, el internet y naves que surcan vertiginosas el espacio. Entre muchas cosas más.
5. Se dice que el amor es irracional. Y en ello cada quien habla a cómo le fue en la feria. Pero a lo mejor se refiere esa supina afirmación a algunas consecuencias de perder la objetividad ante el ser amado, y peor cuando se idealiza. Esto quizá es la parte irracional. Pero lo bailado nadie lo quita, ni Dios padre. Ni los chancletazos de mamá.
6. A lo mejor un día después de la guerra mundial final, queden algunos seres vivos que muestren realmente quiénes fueron los seres racionales. Solo que no hay necesidad de llegar a ese momento. Pero sin duda quien destruye no lo es. Quien daña no lo es. Quizá queden las cucarachas triunfantes y dos o tres especies más.
7. A veces tengo ante mi una cucaracha. Y lo digo en sentido literal. Y entonces me empeño en destruirla. Y allí ando con un zapato o algo semejante tratando de aplastarla. Ella no me aplasta a mí, claro. Pero podría ser al revés.  Solo que la persigo, se escabulle a cada intento mío por destruirla. Y tiene tal sagacidad que corre en zigzag, o da el giro repentinamente hacia el lado contrario de donde yo finamente le suelto el zapatazo. Ella queda triunfante y yo con medio infarto por la derrota y por la agitación del esfuerzo.
8. El animal nos observa. Y me refiero al animal irracional. Ese a quien le brillan los ojos y se le enrojecen cuando nos mira, cuando le hablan de nosotros. Y retrocede o avanza, según su plan, según su trama, según sea nuestro gesto. Lo cierto es que en muchas ocasiones nos lanza la piedra de su irracionalidad y si nosotros correspondemos igual, entonces nos le igualamos. Al marrano le gustaría que le entremos al lodo donde se encuentra gozoso.
9. Zoon politikon, dijo Sócrates. Lo secundó Platón en una expresión poco defendible: "animal sin plumas". . Allí todavía quedan resonando esas expresiones: animal político, y animal sin plumas. Animal al fin. Diógenes, cuerdo que era, y burlón ante la académico, frente a la academia del de los platos grandes, le soltó un gallo desplumado, y les gritó sarcástico, o más bien en franca burla: "¡allí tienen el hombre del Platon!" Entonces animal, pero racional.
10. Y las plantas, claro. Si aprendimos que los animales no tienen razón, tampoco entienden de razones, mucho menos las plantas, a las que en su conjunto se les llama reino vegetal. Solo que las plantas, estando inmóviles, aparte de nacer y crecer, también se reproducen y mueren, como todo ser vivo. Y para permanecer en los siglos, requieren inteligencia, si no, desaparecen. Y atraen por el aroma de sus flores. Y se prestan cómplices para que enamoremos, aún a costa de que les cercenemos sus flores. Y su reproducción es producto de su sentir y sin duda de su inteligencia.
11. Cierto, cuando hablamos de inteligencia y de razones, las ubicamos desde el punto de vista de los conceptos humanos. es decir, de nosotros, hacia las especies. Solo que ellas piensan y sienten desde ellas mismas para ellas mismas y su entorno natural. ¿O a poco racional es mentir, robar, matar, envidiar, secuestrar, traicionar?¿ ¿A poco racional es tirar la basura en la calle, consumir chatarra, estrenar, comprar sin necesitar? ¿A poco es de inteligentes tratar de tener más, esclavizar, explotar al semejante? ¿Violar y asesinar personas?




 

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