Miro a una chica en fotografía

1. Esa chica de la fotografía que miro tendría unos 25 años. Bella fue sin duda. Y bailaba con frenesí, como si hubiera nacido para eso. La foto es de 1960. ¿Qué hará ahora, si todavía vive?

2. Y la miro bailar en las fotografías. Parece como si rompiera el aire con las brazos. Como si recibiera una descarga eléctrica. Como si moviera todos los músculos del cuerpo en cada nuevo instante. Imagino el sudor recorriendo su cuerpo.

3. Se ve no más de 25 años de edad. Escultural su cuerpo. Ágil en sus movimientos y como con resortes en los antebrazos. Y la foto tiene ya más 60 años. Si vive aún, ¿en qué condiciones atesora los recuerdos de la memoria?

4. El tiempos se va raudo e inmisericorde. Y aquella belleza y elasticidad mengua, como en todos, con el paso de los años. Y finamente desaparece. Y así va la vida, no de otra manera. Somos sucesión de imágenes que el tiempo devora.

5. "Trabajas o estudias", era la pregunta. Porque no había de otra. El esfuerzo y necesidad de llevar dinero a la casa era imperativo en muchas de ellas y nosotros. O buscar superarse para un mejor futuro. Y la respuesta "estudio y trabajo" las hacía más grandes. Trabajaba tercer turno en la maquiladora. Y bailaba los fines de semana en la terraza Mary´s del pueblo. "Es Lupe, Lupita mi amor, yeah, yeah... Lupe baila muy bien el ritmo del jerk..."

6. Sacudía su cuerpo y nosotros lo mismo. Nuestros movimientos parecían espasmos de alguna enfermedad rara que nos hacía sacudirnos. Y la melena iba de un lado a otro y los ojos descansaban en el movimiento. La foto quedó como registro de un tiempo ido. Todo eso de los 60s. Ya había pasado el reparto del mundo en el 45. Estaba en su apogeo la heroica resistencia de Vietnam. Y el baile era la búsqueda de paz interna en un nosotros, generales victoriosos de la eterna juventud (eso creíamos).

7. Si es que vive esa generación aún. Cómo y dónde. Qué hacen con la memoria que las revive en ese pasado como viaje en el tiempo. Que sienten al mirar sus fotografías del tiempo ido. Botas largas, negras. Medias nylon o de red. La minifalda proyectando esperanzas húmedas. Si viven ¿a dónde proyectan sus sueños?

8. Si viven aún, ¿con qué cuidados y atenciones? ¿Con qué dolores? La juventud nos planteaba -en el sentir- la eternidad de esos años. Yo miro la fotografía que data de los años 60. Empezaba el rockanrol y aparecieron otros ritmos. Yo traía mi cabello largo. Usaba mezclilla prelavado. Y ella leía a Lenin y Rosa Luxemburgo. Yo a Rius..

9. Tómense fotografías chicas de hoy. Impriman algunas y guárdenlas como trofeo. Cada etapa de vida es un trofeo en competencia contra el tiempo, que al final este gana sin sudar una gota, por delgada que ella sea. Llega el momento en que nos asomamos a la fotografía y al espejo. Y nos encontramos aún delirantes, nostálgicos, pidiendo nuestra medicina y un libro para leer, si acaso. Y en algunas risas, en otras llanto, nos reconocemos. La vida sigue igual sin nosotros. El espacio siempre estará disponible para las nuevas generaciones. El tren del olvido sin remedio llega.

10. Alexa borró la vieja consola. La melodía sigue sonando igual aunque ya no es lo mismo. José Emilio nos dio el poema "Imagen: La foto queda allí. Detuvo un segundo./ Se convirtió en pasado en el mismo instante. / El oleaje del tiempo no cesa nunca./La vejez nos distancia a cada minuto/ de la imagen inmóvil donde quien fuimos/ contempla fiel al muerto que seremos.




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