A los egresados normalistas de 1979
1. Eramos jóvenes. Y éramos un puñado. Me refiero a nuestro grupo C de la Normal J. Guadalupe Mainero, de Matamoros. Todos con sueños de futuro, de trabajar como profesores y profesoras con niños y niñas de primaria. Egresamos un 30 de junio de 1979. Y nos diseminamos por gran parte del territorio nacional. Claro, no solo era nuestro grupo. Grandes compañeros egresados conformaban el "A", el "B", nosotros el "C" y estaba el "D". Cerca de 250 profesionistas egresamos para ir a las comunidades del país a luchar contra el fanatismo, contra la ignorancia del alfabeto y a trabajar por los valores para una mejor convivencia.
2. Este 2025 cumplimos el XLV aniversario de que recibimos nuestro título como profesores de educación primaria. Y nos reuniremos para convivir en un salón de fiestas de nuestra ciudad, que ha crecido mucho, y que es nuestro Matamoros querido. Fueron cuatro años de estudios. Que al inicio en 1975 veíamos el egreso en 1979 muy retirado. Pero que se fueron como se va el tiempo: demasiado rápido. Tanto así que esos cuatro son nada, como estos 45 años de egresados, lo mismo se han ido muy rápido. Como en un abrir y cerrar de ojos, por decirlo de esa manera. Pero viejos los cerros, y aún reverdecen.
3. Por esos años del siglo pasado, la educación normal era llamada carrera corta. Y se hacía luego de secundaria. Así que entre los 19 y 20 años, la mayoría éramos flamantes profesores. Claro otros tenían uno o dos años más. Y otros compañeros, para ellos nuestro reconocimiento de siempre, la estudiaron con algo más de años. Nos sentimos orgullosos de todas y todos los compañeros. Y cada quien tendremos nuestras propias historias de vida como estudiantes y también como profesores y profesoras de escuela. Y digo ese nombre para nuestra profesión, porque lo de maestro lo alcanzamos en la práctica, quizá todos, quizá la mayoría.
4. El mismo tiempo ha hecho lo propio en el número total de egresados, para que ya no estemos todos. ¿Cómo no vamos a recordar a nuestra compañera Alejandra y Pedrito Barahona, así como a Sergio Hugo Torres, Trinidad Villela, Guadalupe Paz Soto y Juan José García. Con algo conocimientos de la biología sabemos que ese es el destino nuestro, de los seres vivos. Por eso la importancia de encontrarnos, de reencontrarnos y abrazarnos, y platicar y convivir. El tiempo no vuelve. Pero nadie pide que vuelva. Agradecidos con la vida. Y agradecidos con la salud y el deseo ferviente de sanidad en las enfermedades. Perdonad que haga referencia tambiéna estas.
5. Somos los mismos siendo otros. Me recuerdo y les recuerdo a todos ellos en el salón de clase. Al frente estaba el edificio principal, creo que era de dos pisos (no de tres). En medio la cancha deportiva y cívica. A un costado la merendería con los sabrosos tacos de harina. Y luego de la cancha, el conjunto de cuatro salones, entre ellos el nuestro, testigo de nuestras alegrías y también de algunas tristezas. Y ya al fondo un campo de futbol que consagró a varios de nuestros compañeros como los mejores futbolistas de varias generaciones, no solo de la nuestra. al frente de la escuela, el canal El Soliseño, con su bordo que muchos caminamos para ir de la casa a la escuela. Ese canal lo desaparecieron y hoy es la famosa avenida Manuel Cavazos Lerma que luego se une a la Cantinflas. ¿O me equivoco?
6. La cancha deportiva vio nuestras participaciones en los eventos anuales de la semana cultural y deportiva, a manera de muestra pedagógica. Vio emotivos partidos de voleibol y de basquetbol. Nos escuchó cantar en coro "La otra España", canción de moda con Mocedades, con la que competimos y ganamos el primer lugar. Y fue testigo de las brillantes declamaciones de nuestra compañera Gloria, y de las disertaciones de los oradores de otros grupos. Y también de las retas que hacíamos en la hora del recreo apostando el refresco, pero sobretodo disfrutando nuestras tardes, complementadas entre el estudio y la convivencia.
7. Como egresados (en 1979) nos encontramos en los primeros días del siguiente septiembre con la cartulina pegada en al dirección que decía la oferta de plazas con adscripción en Oaxaca, Chiapas y Tabasco: "favor de pasar con la secretaria y anotarse en la lista". Y nos anotamos un ´numero amplio, que llegamos, principalmente a Tabasco. "Es un estado chico, cuyas cabeceras municipales están a no más de dos horas de Villahermosa", nos informaron nuestros maestros. A diferencia de Chiapas y de Oaxaca, con una orografía de acceso difícil. Otros compañeros fueron al Estado de México, a Guanajuato, a Nuevo León, a Michoacán, Veracruz, Tamauipas y otros estados. Cada quien haciendo historia educativa. Cada quien desplegando no solo los conocimientos, sino los valores de casa, los buenos sentimientos.
8. Tuvimos excelentes maestros y maestras. Nombrar algunos y no otros, sería una injusticia. Cada quien de ellos y ellas dejaron enseñanzas y ejemplos de cio debe ser un docente. Cada uno tendrá recuerdos distintos. Yo recuerdo de una maestra que nos dijo en los primeros días: "si alguien piensa que ser maestro es hacerse rico, está a tiempo de salirse". Un maestro que nos decía: "la naturaleza es tan sabia, que aún con los malos maestros, los alumnos aprenden". Otro mas: "si algunos toman vino, el consejo es que nunca lo hagan en la comunidad donde trabajen". Otro: "Si un alumno monumento les regala un taco, agárrenlo, aunque no se lo coman. si los desprecian ellos nunca lo olvidarán".
9. La mayoría fuimos a Cancún en excursión en 1978. Un largo y alegre viaje. Cuando pasamos Cárdenas, Tabasco, una madrugada, vimos los mechones encendidos de los pozos petroleros. Cuando pasamos por Champotón se explotó una llanta trasera del camión. El Gordo Villela se asustó, porque el golpe del pedazo de llanta golpeó bajo de su asiento. En Tampico y al cruzar la panga para entrar al estado e Veracruz, algunos compañeros compraron lentes oscuros. Dijo el maestro Mauro: van a comprar caro lo que venden barato en matamoros. Estando tan lejos, ya en Tabasco y campeche y pasar por Mérida, algunos dijimos: "ojalá no nos toque lejos. Yo, como saben, me quedé en Tabasco, que es mi segunda tierra.
10. No he estado en todas las reuniones nuestras de egresados. Me dio mucho gusto poder asistir en las que sí pude. Me ha sido grato conversar y reír con compañeros y compañeras. He tenido la oportunidad de estar en algunas pocas reuniones de café con algunos de ellos y ellas. En la reunión pasada pude ensayar y tocar con la rondalla que dirige Cristóbal. Y qué decir que con Paz, Sergio, El Gordo Villela y Juan José tuve la oportunidad en esos años de estudio de convivir de manera estrecha. Y de vernos en este largo lapso desde que egresmos hasta su muerte. Por eso vamos a vernos en febrero. Y celebremos la vida.
PD. A todos los egresados de cualquier generación y carreras, de cualquier estado: si tienen oportunidad reúnanse cuando puedan. No hay mejor medicina que los abrazos, las risas, las palabras de estimación, el escucharnos. No importan que sean grandes convivios o austeros. De veras. perdón por el lugar común: la vida es única, fugaz e irrepetible.
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