La verdad no peca, pica, incomoda


1. Ahora que se dan versiones tergiversadas de los hechos del desalojo violento en Plaza de armas el 19 de enero de 1995, algunos periodistas de los que tunden teclados dicen que nosotros "celebramos" ese hecho. Y no. Conmemoramos, que es muy distinto. Es decir, lo volvemos a pasar por el corazón y el recuerdo, porque siempre le apostamos a la memoria, no al olvido. Ya quisieran eso los buitres que están en el asalto o en todo caso, en el acecho, como bien apunto Pablo Neruda, el poeta.

2. Hay un diario que fue creado para dar espacio a la oposición cuando los medios no tocaban ni con el pétalo de una nota a los gobernantes en turno que daban embutes en sobres amarillos a los que se erigían como columnistas y principalmente a los empresarios dueños de la prensa, radio y televisión. Ese diario es "La Verdad del sureste". Generaba tanto coraje las verdades difundidas, que aún hoy hasta las fotos publicadas dicen que no eran ciertas. Esas fotos eran tomadas por Tomás Rivas y Carlos Pérez Mendoza, principalmente, entre otros.

3. Este diario fue creado por coperacha, y su primera edición fue el 24 de abril de 1991. Algunos pusieron dinero y algunos artistas donaron obra para rifas. Solo de esa manera se pudo completar el recurso que permitió adquirir maquinaria y demás implementos. Su misión: sacar a la luz este modesto periódico que daría cuenta en sus páginas de las corruptelas del gobierno y de las actividades contra el pueblo que realizaban los gobernantes del PRI-Gobierno. Cómo no recordar aquella primera factura de la compra de un triturador de jacinto (planta plaga que cubre la superficie de cuerpos de agua y no permite actividades de pesca o navegación). Comprada en Europa, fue reparada con más del doble de su costo en tiempos de Salvador Nene Castillo.

4. Pues gran parte de la historia de Tabasco en lo referente a la represión de las manifestaciones, de las protestas, vienen consignadas en sus modestas páginas. Evidencias de actos corruptos de funcionarios, están allí. Crónicas de actos y eventos, donde se despreciaba al pueblo, donde se le ignoraba. Artículos de opinión donde se reflexionaba y se analizaba el actuar del gobierno insensible están allí. Se criticaba a los líderes charros, a los funcionarios corruptos. Palma, Pineda, Tano, Urrusti, hacían las cartones, puntualizaban con trazos, la critica, ilustrativa y pedagógica. Por allí pasaron revista a los gobernadores en turno, y a los falaces funcionarios de esos sexenios de la ignominia, de la corrupción.

5. El diario pasó por distintas etapas. Muchas de ellas definidas por su director. Y generalmente se nombra a estos cuando del diario se trata. Lo mismo los consigno aquí: Alberto Pérez Mendoza, Audelino Macario, Azarías Gómez González, José Luis Lara, Víctor Sámano Labastida, Marco Rosendo Medina Filigrana, René Alberto López, yo, sin olvidarme de mí mismo. Y la lista sin duda es amplia con todo el personal, recordando, por ejemplo, a Don Rogelio, de las máquinas, a Primo Pérez y tantos otros, en todos los departamentos. Sea en maquinas, en administrativo Luis Manuel Jesús Ortiz, el contador. Patricia Jiménez, María Cristina De la Cruz, Doña Cecilia Vargas Simón. Antonio Abad, en distribución.Y me faltan decenas de nombres, sin duda.

6. Y a Samuel Soto Giles, quien ha dado cuenta en su trabajo de parte de la historia de Tabasco, tanto de la corrupción del gobierno, como de las luchas de la izquierda y de la clase desprotegida. En sus textos se nutren une de detalles desconocidos por muchos, específicamente relacionados con el diario de La Verdad del sureste. por ejemplo, que Ricardo Torres, mejor conocido como "Topete", fue el diseñador de la cabeza del "La Verdad del Sureste" (el diario de la Sociedad civil), y seguramente del diseño original de sus páginas, que le dieron identificación al diario en su conjunto.

7. No pica, peca, la verdad. Todos querían leer la Verdad. Unos para enterarse de sucesos que no publicaban otros periódicos, por el cerco a los perredistas. Y los funcionarios de los gobiernos priistas la compraban igual, en este caso para saber quiénes de su enemigos de la misma cofradía era evidenciado, o ver si ellos mismos no salían allí. Compraban otro diario y con este llegaban a sus oficinas, pero dentro de ellos traían "La Verdad del Sureste", y escondidos en sus oficinas la leían con avidez. Lo mismo sucedía con algunos vendedores, que la tenían escondida en su puesto, para venderla a quien la solicitaba.

8. Hace días nos encontramos Carlos Pérez Mendoza, José Luis Lara, Tomás Rivas y el que esto escribe. Nos abrazamos con el gusto de siempre. Intercambiamos número Carlos y yo. De los otros amigos ya los tenía. Y aparte de recordar algunas anécdotas, como la de la bomba molotov lanzada contra la rotativa, la de los guarura de la Quita Grijalba que le daban choques a nuestros Volkswagen para intimidarnos, o la vez que sacaron una edición apócrifa, donde en 1995 Andrés "llaman a un movimiento armado", según los falsarios editores, que sospechábamos de alguien.

9. Y decía que nos encontramos Carlos, Tomás, José Luis y yo, y planeamos escribir un libro, con testimonios personales, entrevistas a varios amigos y amigos que formaron parte de la plantilla laboral, siempre mal pagada, pero satisfecha de contribuir con un granito de arena para esta gran labor que es la construcción de una sociedad más democrática, más justa, más igualitaria, aunque nunca se logre del todo. La Verdad del Sureste debe mantenerse vigente y seguir. Por ahora se publica solo en su versión digital. A lo mejor podría publicarse en físico de manera trimestral o un anuario (estoy pensando en voz alta). 

10.  La Verdad del Sureste fue y ha sido causa, motivo, razón. Ha sido causa común de quienes luchan. Ha sido motivo de vida de muchos y muchas. Y razón contra la sinrazón que de pronto punlica un libro sobre la dignidad. Y la dignidad siempre ha estado en el diario La Verdad del sureste. 

   

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