De Rafael Landerreche

  Nuestro tiempo fue de muerte para florecer la vida, la dignidad.

la justicia, la paz y la memoria…

La memoria cubre tus alturas, tierra de colores y montañas,
como quién quiere protegerte,
               tal vez del frío, tal vez de la oscura noche,
seguramente del olvido.

Se huele la angustia bajo tu manto ¡oh! luna de invierno
el fuego destroza tus sueños, pueblo olvidado
tú, pueblo negado, resiste y lucha.

Su pecado, su rebeldía que es una Esperanza
su penitencia:
amenazados de muerte, sus casas incendiadas,
sus cafetales, trabajo de un año, robados
su fogón apagado, desnudos, descalzos,
obligados fueron a dejar a sus antiguos, a sus raíces, su tierra.

en los altos, una humilde y dignísima ermita no calla.

 En ella reza toda la comunidad, sus antepasados con sus presentes
    sus ancianos con sus niños
    los hombres y sobre todo las mujeres.  
                
   Todos por la vida, por la Dignidad, la Justicia, la Paz

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