Para alimentar fantasmas

1. Dejad que el tiempo haga su parte. Además no queda de otra. He estado en todas partes. La única dimensión que me conmueve es el tiempo.

2. Dejad que el amor haga su parte. Es un sostén en el vacío. Y con o sin él (la amistad es una manera del amor) de todas maneras vamos en caída libre.

3. Que el escultor rompa la piedra que eres. De otra manera no hay razones para estar. Sigamos cultivando la rosa blanca y abreviado de su belleza.

4. Que la música te acaricie. El alma lo requiere. Y la música requiere almas. Cuerpos también, claro

5. Dejad que la poesía te sublime. Es madre y diosa. Es revelación. Es camino a la vez que sonrisa y guiño.

6. Que la ciencia se vaya en su propia ruta. Tiene sus razones. Yo prefiero las emociones.

7. Que la academia diga sus discursos desde el púlpito. Pontificar sobre verdades es su esencia.

8. Dejad que la religión siga en su tradición. El personaje la madre, en la novela homónima, la defiende. Dice algo así como que es lo único que tiene. Y da sus razones.

9. Dejadme en paz y armonía. Así tan solo. Aunque de vez en cuando se requieren sacudidas. Paz y armonía es también confort.

10. Que el odio y la envidia corran detrás de mí. Nunca adelante.