La muerte de Kim

 1. Yo miro tu rostro Kim. Tu rostro sonriente. Miro uno de tus dientes, en crecimiento. El de leche lo llevó quizá el ratón, en lo que dicen de juego. Yo te imagino jugando alegre. Miro y escucho a tus padres contándote cuentos para que duermas. Y te quedas dormida y entras en el mágico mundo de los sueños

2. Ni quisiera contar. Lo que le sucedió a Kim. Apenas de siete años. Una tragedia atroz, como toda tragedia. En Río de la Plata. Argentina por más señas. Una semana atrás, la asesinaron. Sin deberla ni temerla. Pobre angelito. Apenas empezaba la vida. De siete años, apenas. Ya llegaba a la escuela.

3. Sucedido una tarde. Cuando salían del gimnasio. Ella y su madre. Salieron de entrenarse. Ya adentro del auto. La niña atrás, con el cinturón puesto. La mamá ya adentro, fue sacada con violencia. Los adolescentes arrancaron el auto, dejando a la madre angustiada. ¿Y Kim?

4. La niña al ver la circunstancia, gritó, sin duda alguna. Son gritos por instinto. Abrió la puerta quitándose el cinturón. Pero quedó colgada, con medio cuerpo dentro. Así que fue arrastrada. Y en la llanta va atrapada. A los gritos de ayes, indiferentes fueron los delincuentes. Y siguieron avanzando. Dando tumbos la niña. Dolor que a nadie se desea, dolor que a todos lacera.

5. Qué dolor al contarlo. Fueron varias cuadras, las que recorrieron los infames. Hasta que en un lugar perdieron el control Y chocaron con apenas rasguños ellos. Y bajaron como si nada, dejando abandonado el auto y la niña, por las tantas contusiones, había ya fallecido, como descanso divino.

6. Uno de ellos llamó a la hermana. "Decile a papá, que me salve". La hermana le dijo al papá, de lo que había pasado. Y el padre muy en lo suyo, fue por él, pero no para ocultarlo, sino al contrario, para entregarlo: "Que pague, eso no se hace. Es una bestia".

7. Indescriptible el llanto de los padres de Kim, la niña. Al enterarse de su muerte. Dolor en ella. Dolor indescriptible en ellos. Les arrebataron a su angelito. El padre de un mozalbete. Le habló por teléfono, al padre de la niña. "Lo lamento. Cuánto lo siento" Porque hasta eso, eran vecinos. Los chicos maleantes habían crecido en el barrio. "Debió decirme de frente, para mirarlo a los ojos", dijo el padre con llanto.

8. "No nos dimos cuenta, que la niña iba atorada", le dijo uno a la hermana. Ni cómo justificarse. Los gritos de la niña, por instinto primero. Y por dolor indescriptible, luego. Debieron detenerse al pronto. Debieron no hacer el asalto. O detenerse en razón, para salvar a la niña. Si la educación es de casa, la sociedad en conjunto es la que fomenta. En lo individualista. Y en el querer tener cosas de marca.

9. Por más que trato de imaginarme. No puedo el dolor sentir. De lo que sienten los padres. Inenarrable. Indescriptible. palabras faltan. El silencio es lo mejor, ante canallada tal, sin nombre. ¿Que estamos haciendo? ¿Que individuos formamos? A lo mejor nos es indiferente. creer como animalitos. Sin sentimientos. La hermana del mozalbete asesino dice: "no pudimos detenerlo. Hasta a padre le robaba. Hasta en casa nos robaba".

10. El mundo es cruel, ya se dijo. La vida nos lleva en tumbos. Es preciso reflexionar, en el aquí y el ahora. El ejemplo damos en casa. El respeto a la vida en general. El respeto al planeta. Yo soy responsable de lo que hago. Y de lo que en mí miran mis hijos. Y responsable no la escuela. Sí la sociedad en conjunto. Se promueven activadores. Se realza la fama, a costa de lo que sea.

11. Un asalto. Un niña arrastrada. Un auto que pasó volando. Con dos asesinos muchachos dentro. Una cámara pública hizo el registro. Los padres de Kim deshechos. Justicia se pide. Se exige. Uno de ellos de 17. El otro de 14. La ley de adolescentes, los trata como incapaces de decidir si lo que hacen es delito. ¿Quién no hizo qué? ¿Y cuál es el momento preciso, cuando el destino tuerce la ruta? Miremos en el espejo. La parte que nos toca. Justicia es una palabra rota. 

12. Quedan, Kim, tus padres desechos. Quedan huérfanos tus juguetes. Queda tu patio sin ti. Las plantas sin ti. La silla que ocupabas sin ti. Queda un hueco donde caben todos los dolores del mundo. Y quede este pequeño homenaje. Tu recuerdo. Tu nombre: Kim