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Mostrando entradas de julio, 2014

Ojos color Sol

Poema canción prestada a esos grandes magos que son  Silvio Rodríguez y Calle 13 Hoy el sol  se escondió  y no quiso salir  te vio despertar  y le dio miedo de morir.  Abriste tus ojos  y el sol guardo su pincel  porque tu pintas el país ahí  mejor que él.  Cuando amanece,  tu lindura,  cualquier constelación  se pone insegura.  Tu belleza  me llena de mañana  y me da de comer  durante toda la semana  tus ojos son magos,  los abriste  y ahora las montañas  se reflejan en los lagos,  la verdad absoluta es  que cuando naciste tu  a los arboles le nacieron frutas:  naranja dulce,  siembra de querubes;  como el sol tenia miedo  se escondió en una nube.  Hoy el sol no hace falta, esta en receso  la vitamina D me la das tú con un beso.  La luna sale a caminar  siguiendo tus pupilas.  La noch...

Aquí

Aquí escuchando el ruido infernal de los autos en espera de que llame Dios o los de la Lotería para avisar del premio

Parque La esperanza

El parque la esperanza sigue allí con los trémulos paseantes Otros rostros otros nombres otros amantes

Yo escribo tu nombre

I.- Yo escribo tu nombre desde aquel tiempo en que te vi entre la muchedumbre II.- Anda, escribamos nuestra historia Sea estación de paso o definitiva Subir o bajar del tren es según el viaje de distancia. Ese tren pasó muy de madrugada ¡Fue un sueño? ¿Fue la nada? (borrador)

Días así

Días así, de sol y sombra. O nubes abigarradas. Con pan y agua en forma de palabras. Días en los que sucede todo y nada. Un poco de sombra, un poco de luz, y bastan para percibir la grandiosa luz de tu mirada. En pensamiento por ahora, pero luz al fin. Hay días así en los que se construye el mundo a partir de nuestras palabras.

El libro que quiero

Al Antigua Café (el de calle Lerdo), a donde llego desde tu ausencia algunas tardes, ayer un libro llevó a dos amigos. Debiera ser al revés. Pero de cierto es lo que digo. Un libro los llevó a ellos dos. Y las bromas. No lo pesé pero seguro pesará como veinte kilos y no exagero. Ha de servir para muchos usos. Ante un asalto, de piedra. Ante una invasión, de barricada. De muro. De frontera. Ante el sueño, de almohada. Hada de los sueños. Yo lo recomiendo y lo quiero. No me lo traigas de México. El avión caería por sobrepeso. Habría que comprarle mudanza especial pero lo quiero. "Borges", de Adolfo Bioy Cásares.

Miro una flor

Miro una flor y no es la flor lo que miro. Es la belleza. La mañana es fresca. Se siente la humedad. La flor brilla con el resplandor de la mañana. Escribo que miro una flor y es como decir buenos días, que sabes lo que significa, paloma. Yo salgo al parque todos los días. A veces de madrugada o de día.  Me ubico en la misma banca de siempre. Tú no me ves, pero lo sabes, por los rastros que dejo de palabras. Y miro al campanario. Sales y vuelves con tus miedos de conjugar la sintaxis del tiempo con las prisas. Es un decir lo que digo. Miro una flor y no es la flor. Es la belleza. Y te digo buenos días, paloma.

Necesito

Necesito de ti anoche, ayer y mañana. No de gravedad o urgencia. Necesito la palabra tuya porque hace germinar. Tu mirada porque me devela en la penumbra. Necesito de ti aún en los silencios que muelen el trigo de la paciencia. Yo me entiendo y me entiendes. Necesitar no es morir por ausencias o silencios, porque no somos el aire. Necesitar es decir que el gerundio de amar sigue en función de nuestra sintaxis sustantiva. Y los desvelos son una manera de mantenerse alerta. Necesito de tu pan, De tu aliento. De tu leche. De tu miel. Necesitar no es salir corriendo. O pedir de urgencia una ambulancia. Necesitar es escribir veinte mil veces tu nombre bajo el agua. Y suspirar humedad a pesar de los pesares. Nuestra humedad, paloma.

La gitana ora

 La gitana ora en silencio y baraja las cartas. Me habla de la guerra en Palestina y los muertos infantiles. Yo la escucho como descifrando el viento. Sabe que la historia personal va más allá de los planes, los sueños. Que hay un jugador de ajedrez que acomoda las piezas a pesar del azar y de los designios. "Dame tus manos y moveré mi mundo", dice la gitana mientras se levanta. Pronuncia otras más palabras en su idioma. Y sé que espera la abundancia. Ya es tarde cuando amanece.

La alegría

Hoy canto a la alegría La alegría es saber que el aire sigue su curso. Y que tengo en mí la risa y la lágrima. Que la espina de pescado en la garganta y en el ojo más no está La oscuridad es una manera de ser la luz. En nuestro cerebro habita la luz y la oscuridad Entro a la caverna de donde vine y salgo, a donde voy. Me arrebata la sonrisa el viento Y también una  lágrima Alegría el poder discernir entre dicha y tristeza La alegría no es estampa ni postal Tampoco boleto para viaje o juego de fútbol O mejor número para calificación. La alegría es saber que mi amor es mío y es poderoso. Que está contigo. Y vuelve a mí. Y tener la sonrisa de saber que un día me iré Y cantar por la vez última

Los días

Pierdo la relación de los días. Uno u otro, pasan. Es lo mismo. No les pido la identificación de lunes o viernes. Pasan. Y marcan algo en nuestras vidas. Un cummpleaños. una sonrisa. Un beso. Una firma. Son como sombras que nos abrazan. Son luces que nos determinan. Y así van en fila. Como soldados poniendo minas en nuestros corazones. Al fin saben que el triunfo es de ellos. Mientras tanto. Pasan orondos, soberanos. Los días con sus noches, aclaro. Solo en  ellos existimos. Solo el tiempo sabe que somos brevedad de tiempo. Apenas minúsculos años.

La usura

En mesas de café.  En parque públicos. En velorios. En misas. Comedores y salas de casa. En oficinas de gobierno. En cantinas. Iglesias. Clubes exclusivos. Prostíbulos. En todo lugar el tema es el alto costo de la vida y lo que desencadena: desempleo, bajos salarios, prisas, suicidios, fraudes, bajo nivel en educación, enfermedades, violencia, tráfico de mercancías y de humanos, bullying, alto precio de la gasolina, alza a los impuestos. En fin.  La vida va. La vida transcurre. Vienen nuevas generaciones. Y es la usura. Los bancos, rabiosos, intermediarios, inyectan líquido celofán en las venas, chupan nuestra sangre. Usurpan nuestro nombre. Mutilan nuestros deseos. Más nunca fulminarán nuestros sueños, amor mío.

Dónde

Dónde andará. En qué reino.  La historia personal se escribe con  actos y omisiones. Con las miradas. Palabras. Silencios. Yo me refugio en la caverna morada, techo de zinc, y luces de neón, para escuchar el ruido de la lluvia. Yo escudriño en los rostros. En la fortuna. Y busco la respuesta con las gitanas. Esta o aquella es lo mismo. Me miran sonrientes aunque con lástima. Me leen las cartas o la palma de la mano. Me dicen dos, tres mentiras, que van hacia mi ego y oxigenan mi esperanza. Yo les doy lo que me cobran. Y se van contentas. Mi lengua queda rasposa porque allí se estacionan las palabras. Mitigo mi sed. "Usted es feliz sin darse cuenta. Desperdicia el tiempo. Y a su pregunta, lo cierto es que ella, por la que usted escribe, está en ella misma, el  lugar no importa. Importa lo que siente y piensa. Y ella le ama".  Como llueve. Y cómo mienten las vibrantes, sonrientes y  sugerentes gitanas.

Ahora llueve

Ahora es de tarde y llueve. Hemos salido del café. Escuchaba un lejano blues. Las palabras andaban por las estrellas. El fin del mundo. Ella. La soledad. A las carreras todos para evitar mojarse. Yo me puse mi impermeable azul. Y al caminar, imaginé una escena de nuestro caminar y cantar.  Llueve. Cómo llueve.

Todo lunes

Todo lunes transita entre la esperanza  y el páramo. Sombra con luz. Nube con sol. Arcoiris. Ayer domingo, era el fin del mundo, "la apertura de las puertas del infierno" según el vaticinio, y por ahora resulta solo un dato para interpretar la metáfora. Somos los mismos siendo otros. Y pregunto a la gitana la razón por la que no se cumplió su vaticinio. Y responde: "No lo sé. Si lo supiera te invitaría a la playa para comer un helado por última vez". Y se aleja al mar. Rumor de mar.

Toda palabra

Toda palabra es un discurso. Todo silencio lo es también, al igual que cada gesto. Hay palabras que son homenajes a la vida. Y hay las que destruyen como misiles. Las palabras son amas del universo. Y brincan. Saltan. Se agachan. Acuestan. Duermen. Sueñan. Las palabras son ladrillos para construcciones y sirven también para golpear al hombre ego y al hombre vanidad. A veces se presentan ampulosas, como la divina garza. Y las más de veces sencillas, como el hombre que amasa harina para el pan. Las palabras me acompañan, y aunque a veces se resisten, por lo regular se prestan para que escriba sobre amor, odio, guerra y farsa. Ahora, cuando digo "te amo", me aseguran que se escuchan falsas. Y es cuando me rebelo y las castigo, no las dejo salir, y entonces me atan o me matan.

Anotaciones

Es mejor corregir el texto y la ruta. Los lugares comunes son esas expresiones que a cualquiera se les ocurre. Ni para hablar las use. Hay que repetir un texto solo si nos damos cuenta que nos va quedando mejor.Hasta que estemos seguros que lo logramos. Hay que leer de todo. Hasta horóscopos. Hay que aprender a escribirlos. Más tarde que temprano nos ofrecerán ese tipo de trabajos. Amar es la mejor definición de vida, aún sabiendo de las espinas aderezadas con lágrimas..La expresión yo no estoy en un lecho de rosas es buena, pero no deja de ser un lugar común. Piense en escribir una novela, pero no la escriba, menos lo anuncie. Son pedantes quienes la anuncian. Piense en una gran obra principalmente cuando ya no tenga errores ortográficos. Escriba mil veces la expresión "Y la amo". Dicen que es una forma de ir olvidando poco a poco. No lo creo, ni lo escribiré. Aunque en efecto lo siento. Cuando subo orquídeas, y digo palidecen, es una expresión figurada. Quiero decir te amo....

Distancia

No siempre distancia es lejanía. Así como hay ausencias que tienen mucha presencia. Y silencios que dicen más que mil palabras. Así hay amores que nada derriba, solo la muerte y el tiempo. Y en los amores eternos, ni eso.

De madrugada

Es de madrugada apenas. Y el tramo de las horas en silencio es largo.Ya en lunes y no soy ajeno a los grillos ni a las estrellas. Es de madrugada y necesito un pétalo o la miel que se desprende de tu boca. Necesito agua fresca. Y hojas secas. Necesito escuchar un disco que me guíe para salir del laberinto. Necesito luciérnagas para que me alumbren en el hastío. Y diccionario que me aclare lo que significa silencio, extrañar, amor, costumbre y beso. Necesito un camino, una ruta, un mapa. En todo caso necesito una camisa de fuerza y las pastillas de optimismo que me faltan.

Incertidumbre 2

Esqueleto de pescado en la garganta mas sal en los ojos. Y dormido soñar con un esqueleto de pescado en la garganta y sal con limón en los ojos.

Instrucciones para bailar un vals

Ocupa el corazón y tu tiempo. Hacer es la clave. Aunque no entiendas el sentido por ahora. Aunque no tenga sentido por ahora. Inventa historias de amor y de desvelo. Dilo en primera persona y miente, que eso es la literatura. Miente piadosamente. Haz un giro en tu vida. Tiembla de emoción. Ponte zancos. Brinca alto y encumbra el papalote. Sigue buscando la aguja en el pajar. Y cuando la encuentres a nadie lo digas. Ya ves los celos, la intriga, la envidia. Escribe como si dolor o amor sintieras. Escribe como si piedra o humedad tuvieras en los ojos. Escribe. escribe. Aunque nadie te lea. Aunque da nada sirve. la vida es única e intransferible. Con la espina rompe la burbuja. Y baila el vals de la vida.

Ella

Ella pidió una canción en la radio. Era media mañana, y había un reverbere de rayos de sol. Yo escuchaba La romántica. Ella con voz entrecortada por el sentimiento, pidió una canción "para un gran hombre que falleció el martes" (era jueves). La joven locutora la escuchaba atenta. Y respondía: "Sí, claro que sí". Había tráfico. El calor se sentía en su potencia mayor. En la radio ella y una cancíón por iniciar. Toda una historia velada. "Una de Maná, esa que dice: Hasta que llegaste tú". Y la locutora, jovial, captó el dolor como un rayo.  "Por supuesto, aquí la tenemos ya. Maná. En un momentito la pondremos...y cuanto lo siento, señora.". Los autos seguían. La espera para circular parecía eterna. Y a punto de empezar la canción solicitada. De Maná. (Yo me sabía algunos versos. Y los empecé a buscar). La locutora, jovial, pregunta: "¿Y qué era de usted la persona a quien se la dedica?" Breve pausa. Sollozos y tartamudeo: "era mi cuñ...

Las palabras

En franca rebelión, las palabras dicen más de lo que dicen. Y cuando están ausentes dicen mucho más. No tardes. O tarda. Sabes que te espero. Tenemos la seguridad que en el finito tiempo nuestro, el infinito siembra flores. Y la luna alumbra también el polvo de los cementerios.

De domingos

Buen día, paloma. Tú no lo sabes. Yo pienso en ti. Lo digo en la tranquilidad y paz del sueño, aunque los vaticinios de la gitana auguran tempestades y platos rotos. Representas paz y agitación. Cantos y desvelo. A veces te miro en el campanario desde mi banca. Y cuando no estás sé que andas por las nubes reconociendo el cielo, Y te espero. Tú no lo sabes. Pero te espero. Sabes, por ahora cambiaría los domingos por cualquier otro. A veces salgo al parque por si te veo. Lo cambiaría porque de lunes a viernes hay esperanza de encontrarnos. Tú no lo sabes, pero me asomo a los volcanes, al escondrijo de la nube, en los cafés o libros de viejo, en los mercados, en los sets de televisión, o en los sonidos de la radio. A ver si tengo suerte y nos encontramos. Importa cuando sucede. Salto de gozo cuando nos saludamos. Sé libre. Anda. Vuela. Es grato el canto y vuelo alegre de los pájaros.   (Corregir)

La idea

Sábado. Madurar la idea que fecunda. El camino de nuestros pasos. La espina, en el corazón. Resiste la memoria. Hay un dato. Lo hay. Lo sabes.

Viernes

Solo que por acá es viernes. Y promete siempre este día algo mejor que ayer, ya sabes, Luis Eduardo. La gente dice viernes, y entorna los ojos en un brillo especial. Pero a lo mejor es la pose del tedio, la sonrisa para enfrentar la rutina.  Saludos, Luis.

Dondequiera que estén

Dondequiera que estén. Mi sangre circula aún, en el simple afán de ser feliz. Procuro un café y las palabras, metáfora del buenos días, en luz, como ayer. Necesito un pan, un flan. Tengo la mirada puesta en los colores de la vida, el arcoiris, el crepúsculo y sus ojos. Y escudriño desde la ternura sencilla de ustedes dos. Mil y un gracias por estas palabras que me dieron en herencia, de todos eterna heredad. Con ellas gravito sin prisa, lo mismo en el centro, que en la peiferia. Con ellas también me visto de mañana y guardo para las noches frías, las palabras albricias, besos de memoria, pan. Con ellas juego malabares y acaricio -jardinero al fin- a las flores de mañana aún con el rocío. Al mediodía alabo la sombra del sauce o ciprés. En la noche agradezco el fresco que me trae el viento al mover las hojas y trae también su perfume natural. Ella no dice mucho por ahora. No importa. Bueno, sí. Leonor y Juan. (corregir solo para mejorar o precisar)

Buen día, paloma

Buen día , paloma. Estamos a la vuelta de la esquina. O antípodas. Lineas paralelas que se reconocen en la distancia. Tu flor llega antes con su aroma fijo en mi memoria. Es viernes. Sonrío ante el espejo.

En todo caso

 No somos el aire. En todo caso quedó varado el vagón del tren a donde no abordamos. Un tren detenido. Un tren vituperado. El último café será en la nochebuena o en el velorio de los santos. El espejo tiene letras en carbón con tu nombre. No olvido el trayecto: el juego de los niños. El llanto al alimón. Los besos repetidos siempre originales. El plano de nuestro universo trazado en arena. Vino la ola. En todo caso sin culpas ni remordimiento. Es cierto. Tantas veces eché limón a la herida. Y me faltó azúcar para endulzar tu mar. Sabes. Guardo en mi tesoro el disco que me diste, un reloj y un beso solo. Por mi culpa, por mi culpa. Del pueblo del llanto, aparte de las balas, se escucha claro el coro de los ángeles. Donde quiera que estés, en todo caso.

paloma, vuela

Paloma, vuela. Por la nube, en el cerro, el río, la montaña. Las tardes siguen siendo las mismas sin ti. Contigo es distinto. Los días se van, se escurren, se alejan. Vienen otros cargados de esperanza, de sueños, y de soliloquios. Y en la esperanza, la esfera gira en su propio eje. Vuela, paloma. Los otros mundos semejan el nuestro. Hay neòn, escarcha, champaña y mùsica. El telón se levanta para cuando la tercera llamada. Andamos en escenas de obras que nadie ha escrito, como si estuviéramos en ensayo permanente. Y el telón un día baja. Paloma vuela y canta. La luna seguirá alumbrando mientras tanto. Somos uno y otro siempre. Lineas paralelas. Pompas de jabón sin escafandra.

Dónde el hombre

Una voz se fue. Un dato queda, fecha en un acta. Una credencial. Una fotografía donde ríe. Y el hombre cabalgó entre nubes. Nadie espera su llegada. Lodo. Agua. Molde. Leña. Y aparece el ladrillo para la casa. Dónde está el hombre. Quedó la ropa. Un reloj. Algunos discos. Dos palabras. Una lágrima en la arena. Una gota en el vidrio. Dónde está la ilusión, el sueño. Al irse, el hombre quiso llevarse tu sonrisa y tu mirada. Abracadabra el despertar para el día luego de la noche.

Justo ahora

Justo ahora que el aire fresco entra mejor por la ventana. Cuando camino sin prisa admirando las hojas de los árboles y siento la brisa en la cara. Justo ahora cuando Debussy me acerca a la nube del diálogo con mi madre. Ahora que los libros siguen siendo referencia como brújula y me dio elementos para motivar tu risa. Ahora que las palabras siguen su juego en este y otros textos. Ahora que mi sonrisa se presenta de alegría real desde mi pensamiento. Y se destierran los olvidos. Ahora a punto del fin del sueño del verano. Justo ahora que la aguja del pajar encuentro al fin. Justo ahora mi sombra canta entre las sombras.

Dialéctica

Me suicido porque amo, anuncia la muerte. "Porque Soy bella", le responde la vida,

La luna (de madrugada)

La luna alumbra también el cementerio. Luciérnagas.

Vislumbres de gitana

La gitana, desnuda,  se acercó a la ventana. Me llamó. Yo leía el libro Definiciones, suposiciones y transfiguraciones. "Alerta", me dijo. Luego habló en trance como en idioma desconocido. "Gato", creí entender entre la madeja de sonidos. Luego ya en nuestro idioma conocido me aclaró. "Tuve una visión, Ten paciencia. En una de las seis vidas que te quedan habrás de encontrarte con ella, y serán felices". Me hizo un guiñó. Dio media vuelta y se alejó. Olas del mar

Sombras nada más

Mi sombra se resiste de noche y se mimetiza en la oscuridad. Me sigue a todas partes. Recuerdo bien cuando me abandonó en sueños y le comento. Guarda silencio. De día, cuando el sol alumbra, a plenitud se me aparece. A veces se rebela por su lugar y se acomoda adelante. "Para prevenir cualquier ataque sorpresivo del amor", me aclara, para que no la ubique donde corresponde. Y nos cuidamos, después de todo. No olvido las palabras de la gitana: "un hombre sin su sombra es nada". Entonces la abrazo pidiéndole perdón. Y ambos cantamos apesadumbrados esa que dice "sombras nada más".

Sin sombra

Estuve atento. A ver si aparecía un sueño recurrente. Nada. Y me vi caminando en una carretera. Cactos en las orillas. Paisaje de desierto. Los rayos del sol de frente, ya de tarde. Y al voltear me di cuenta que mi sombra se había separado de mi. Y así anduve buen tiempo. Es el momento final, me dije. Una gitana robusta, falda ancha, de plegones, se acercó al paso y me ordenó: deme su mano. Era ya el crepúsculo, a punto de entrar la noche Y al intentar leer las líneas, se dio cuenta y sentenció: "un hombre sin su sombra es nada". Y se fue con sonrisa leve, previo pago.

Tormento

Tormento el recuerdo del beso. Tormento el recuerdo de la primera y enésima vez. Las manos en libertad. Tormento la oscuridad de ser obseso en recordar. Sin fin. Tormento la escalera donde se sube. Y la quitan, y asomarse al vacío, la gravedad  jala. La página se escribió a cuatro manos. Y la ceniza brilla en rojo aún con una brasa que se escinde del color. Tormento la ola donde van escritas las palabras dichas de amor. Y reiterativa la ola regresa a la playa.Tormento la luna. Y tu nombre. Tormento aún.

Suposiciones

La mirada está en la flor, aunque la flor no esté. Esa canción va. Siempre. Ella la escucha y la sigue con el movimiento de labios. Y sonríe frente al espejo. Esa canción específica. U otras, que al fin es lo mismo. Y canta un yo sinfónico. En el camino suceden cosas. El aire levanta el polvo. La carretera tiene una nueva depresión. Y en la ladera el viento se estrella. Yo aquí, donde miro pasar las nubes. Mi yo supone aliento y respiración.  El artista de enfrente se afana en una nueva creación: rostros, colores, lineas. Y el tiempo como espejo refleja una sonrisa ausente ahora. "Ven",  supongo que me dicen. Y me asomo a la ventana. La gitana desnuda mira el atardecer de espalda a mi. La noche viene desde el amanecer. Supongo que la hoja cae. Y en otoño cantaremos la canción del año pasado: suposiciones..

Llega miércoles

Miércoles traspasa el umbral de medianoche. Y entra oscuro, como todos los días. ¿Qué diferencia hay entre unos y otros? Grises. Simples. Vanos. Los días. Sin huellas. Monótonos. ¿Acaso ese es el destino del tiempo? Por eso es bueno imprimir aunque sea una palabra. O dos. por ejemplo: te amo. O te extraño. Que finalmente son redundantes. Café pendiente. O siempre lo simple. Una charla sobre el comején del corazón. Y los baches que inician con el fastidio. Yo, capuchino. Y tu mirada. Nombre, con eso basta.

Este martes

Este martes pasaba por aquí. El bullicio, los ruidos. Caminé un poco entre lotería. Los zarpazos estaban a la orden del dìa. Esos años. Ni se diga las piedras con trayectoria de ida y vuelta. Y por supuesto, con cantos de sirena. Un buen día me detuve. Y me asomé a los rostros con prisas, desolación, vacíos, y también en algunos serenidad y transparencia. Respire profundo, me ordenó suave el mentor. Y con este entresijo de inhalar con suspiros,  encontré sonrisas donde no estaban. Entonces desperté. Dime un número al azar, me dijo la gitana. No sé por qué, me apareció en la mente y dije seis. Y ella empezó a reírse. Me dijo pasa al cuarto del fondo. Hay una tómbola y me esperas. Y allí estuve escuchando el bullicio del exterior. Músicos de pueblo. Perros, sobre todo. Claxon y bocinas con ruido de ofertas. Y la gitana se asomaba a la ventana a verme sentado en un mullido sillón a la espera. Fue entonces que desperté.

Dormir

Dormir, no morir. Que los sueños fueran reales aunque fueran densos, tensos. Seguro que entre luces y sombras, serían una maravilla en el balance, con tus palabras y sonrisa. Dormir y encontrarte.

La oscuridad del martes

Buenas madrugadas, martes. Lunes te hereda la esperanza. Te deja en el dominio del tiempo la responsabilidad de los minutos para las alertas, los desvaríos, los delirantes sueños. Un juego es el tiempo con la carne. Un juego en el que cubre de gloria con elementos pasajeros para decidir sobre destinos con sus desatinos y aciertos. El martes ni se inmuta hecho piedra en las repeticiones periódicas. Tiene otra oportunidad cada semana en el curso de los meses y los años. El martes hereda la esperanza del guiño, del abrazo. No es casual la oscuridad, donde anidan los desvelos para los mejores sueños. La luz de la mañana destierra los miedos que están en nosotros que intentarán regresar mandones, soberbios. La luz viene siempre reparadora, alentadora, mientras el amor permanece, gigante, señorial. Bienvenido martes.

¿Y su musa?

Después que anoche presenté un libro (hacía bastante calor en la sala), me preguntó Igor Potovski, poeta de Ucrania, en su idioma ininteligible. Le tradujo su esposa: "¿Y su musa?". Creí no entender. "Mi queeeeé". "Su musa", me reiteró Samodáieva. Solo atiné a decir: "Hizo un guiño que venía. Mas no vino, no vino. Simplemente". Igor se encogió de hombros. Rió socarrón. Dijo algo igual de intrincado. Le tradujeron: "Suele suceder". Su esposa hizo un gesto de cara con ademán de mano,como diciéndole: "no lo abrumes". Eso creí leer. Eso quise entender.

Adiós, lunes

Adiós, lunes. Gracias por la esperanza. Que sin duda es la misma que la del martes. Ya ves. Uno espera pero sabe leer los signos del tiempo y de los vientos. Amén que el camino es largo también, al igual que la vida que les acompaña. "Una sombra serás", dice el tango de arrabal que escuchamos al cambiar de acera. Por otra parte, te quedan horas, lunes. Y como en el juego, la savia puede suceder hasta en el último segundo. Paris bien vale un guiño o la misa.

Lunes

Los lunes son siempre así. Con grandes expectativas. Ánimos por lo que empieza. Y siempre al paso de las horas se confirma el deslizar del tiempo como la constante, desde hace ya algún tiempo. Suspirar es una forma de traer lo mejor del pasado. Debemos inventar el suspiro por el presente y el futuro. Algo así es la idea. Por lo pronto. Llévale mensaje a quien ya sabes, sobre el café necesario. Lunes, ya sacaremos cuentas al final del día. Pero bien. Todo bien. Lunes, bienvenido.

A pesar de todo

A pesar de todo. De lo no obstante. De la cuesta. De la indiferencia. A pesar de las noticias de los diarios. Del frío. De la barda alta. De los cubos de hielo en la garganta. Del polvo de vidrio en los ojos.A pesar de las pesadillas. De las indiferencias. Del gato negro en el camino. A pesar de las soledades. De las piedras. De las espinas. A pesar de la lluvia. De la guitarra rota. La vida sigu e en sus horas lentas. de vez en cuando la indiferencia cesa. De vez en vez la mirada y la sonrisa se presentan como primavera. Una buena tarde es mejor que ninguna. Un café sostenido en la confianza y la alegría. Una buena tarde es la despedida. En el cuento del nunca jamás. A pesar de todo. El amor. El amor.

Domingo

Modifiquemos este domingo. No sé cómo, pero hagamos todo lo posible. Que amanezca de tarde, que el mediodía se encuentre de mañanita, que la tarde sea parte de la noche. Modifiquemos el domingo como locos, como desquiciados. La soledad decide una parte. La sonrisa dibuja apenas un rayo que se esfuma. Y las palabras, las palabras se entronizan desde el reino de nadie.

Otra parte

Si está en otra parte la vida y con ella la felicidad. Si crees que donde andas solo hay abrojo y espinas y las rosas ni en sueños ni tampoco los buenos perfumes o la sonrisa y mirada de ella. Entonces no lo dudes. Cámbiate a Otra parte. Pero no estés tan seguro que estará resuelto tu problema.

Tren de la ausencia

El tren de la ausencia está listo desde siempre. Y lo abordas, y cantas y te marchas, sin regreso.  Yo despierto y pregunto al aire: ¿es de día o de noche? Y nadie responde. La luz es ausencia permanente. Por eso, parta el tren sin regreso. Yo dejaré que alumbren las luciérnagas. Y tejeré nuevos recuerdos de vida, con polvo, espinas y el canto de los pájaros.

Estoy aquí

Estoy aquí. Al borde del camino donde se levanta el polvo y pasa la nube. Aquí donde se derrota el tedio y el aire trae aroma de las flores. Aquí con rumores de alegría y desatinos. Aquí donde no existe triunfo ni derrota, solo existir para la vida. Estoy al alba y montado en la ola. Estoy gritando albricias para que suceda. Visible. A la luz del día. Con un cántaro de agua y un libro. Algunas notas de música. Un  hoja para escribir y las palabras listas para viajar en carta. Y a la espera en la banca. Aquí donde todos se dicen inocentes y sanos. El guardia me mira desde lejos.

Otro orden de ideas

En otro orden de ideas. Ya es viernes. La sonrisa por allí anda colgada de la nube y del viento. Ya sabes el motivo. Amanece viernes con datos claves del jueves. Las palabras certeras, nuestras palabras. Se que poesía no está en exclusivo en el verso, la rima, el texto. La poesía se escabulle sin palabras en las miradas y ni se diga en los besos. Y comprende bien los rodeos largos y cansados para no decir te amo. En otro orden de ideas. La estrella sigue ufana. El camino está con abrojos. La guitarra se encuentra por ahora rota. La nube llora bajito. El caso es que los amigos hacen colecta de buenos deseos para la mejor salud. El corazón tiene su ritmo. Los ojos no saben más que echar clavados hacia tu mirada. Y el olfato buscándote aún no sabe por donde andas. En otro orden de ideas. Se sueña futuro para reclamar presente. Hay otros datos. Lo dejamos para la siguiente emisión. El mole. El lugar. El vuelo.

Estas horas

La muerte o la vida a la vuelta de la esquina. Un puño abierto o cerrado. Un abrir o cerrar de puertas. Una luz que se enciende o apaga.  Alfileres como horas se encajan y se van, y otros alfileres y horas van marcando el paso: el ayer es una fórmula de la historia.  La sonrisa es cierta y la esperanza. Nada nuevo bajo el sol. Solo que las horas pasan como alfileres que se encajan en la piel. Seremos otros, distantes. Y seremos otros cercanos. La gitana me mira desde lejos con las cartas a punto del encarte. Y vislumbrar destino dirá. Me espera indiferente.  Previo pago para lectura de cartas. Ganarás el destino con sudor frío de silencios. Esquirlas en la garganta. Las palabras canto, rotas. En construcción nuevas canciones.

Amanece

Amanece martes con luz, aún entre las nubes. Qué día. Qué tarde. Donde el café creció en imagen como la espuma. Capuchino, por favor. Y fue uno en verdad especial. Sabroso. Aromático. Lindo. Musical. No olvidar a Manzanero. Ni nunca.

La tanta miel

"Tanta miel empalaga", dijo la abeja. Y fue entonces que prendí fuego a la colmena.

Te ofrezco

Para ofrecerte, en el menú de ofertas y demandas. Yo ofrezco darte serenata. Algunas canciones especiales que tú decidas. Te ofrezco ser un perro fiel. Un esclavo o ciervo, según el tiempo de la acción, si es la recámara o el jardín. Seré la respuesta en la duda y la chispa de luz en la oscuridad. Seré el cubo de hielo si lo necesitas, en esas tardes de calor en que bien cae un daikirí. Seré la alfombra donde pasas, y sé que al saber de mi, mejor te irás por la orilla. Seré el abrazo en esas madrugadas o tardes en los que parece todo perdido. Seré el rojo carmesí de tu sudario. Y el carmesí del labial para tus labios. Seré si quieres el tema del olvido. El tema del adiós. O el de Dios o el diablo.(borrador)

Tarde de lunes

Como un abrir y cerrar los ojos, se fue la tarde. Pinceladas de palabras con sonrisa.

Creo

Creo en ti, en mi, en todos.  Como el polvo, creo en la muerte como puerto final. Y en la vida como el abrazo mayor. Creo en el dolor como conciencia del ser y para valorar el estar. Creo en el mar que disminuyó con tus lágrimas de ayer. En la mañana con lluvia o sol. En el día de tus palabras con café. En los árboles fruto, sombra y flor. Creo en la nube viajera que de pronto nos hace un guiño y se viene en humedad. En la orquídea blanca de aquella vez. Creo en la bondad como guiño de Dios. Creo en el libro, algo de miel, algo de sudor. Creo en los juegos de los niños. Y los miro llorar cuando pierden y vuelven sonrientes a empezar.  creo en los juegos de azar. Y en esta manera de ser, así, mezcla de gozo con temor. Apenas pálidas estampas del ser, única manera del vivir. Creo en los puentes. En las islas. Creo en la manzana de Eva y Adán. En las canciones que estuvieron y están. En la estrella. Creo en tí. Creo en mi.(Borrador)

Fe de erratas

Donde dice amor debe decir luna o sol. Donde dice canción debe decir camino de ida y vuelta. Un cerillo húmedo de nada sirve ni el papel mojado. El pedernal sólo funciona vital y luminoso en dos. Donde dice olvido debe decir renacimiento.Donde humo, calor y abrazo. Siempre es bueno atizar el fuego y dejar de lado la ceniza. Donde dice vida debe agregarse felicidad plena. Y donde dice tu nombre dirá siempre tu nombre. (Borrador)

Te debo una canción

Te debo una canción que hable de tu risa y tu mirada. Y del tono de voz que semeja el  bello canto de los pájaros. Y de esas horas que pasamos temblando en el inicio, por la incertidumbre del mañana con el frío. Y por los besos que nos dimos cara al sol y a la luna. Te debo una canción que destaque tu heroísmo de levantar siempre la cara y caminar con desdén ante las miradas del qué dirán por las envidias. Y por sentir dolor ante las injusticias y la lealtad de acompañarme en las caídas. Te debo una canción medicinal para tu alma aún herida con mi espina disfrazada. Una canción te debo por el preludio de tu olvido. (Yo  nunca borraré los besos y abrazos que nos dimos, nunca los echaré al fuego en el abismo). Te debo una canción por la claridad que diste a mi vida y que justo necesito. Yo sé que me pierdo en egoísmo y en miedos para todo. Que mi oscuridad la forjo con textos mal escritos y que son pretextos para no enfrentar los molinos de viento. Sé que mirar la...

Anoche vi la luna

Anoche vi la luna, y en ella tu reflejo. Nadie sabe que en mi bolsillo traigo, para vuestra buena suerte, una pata de conejo. 

Robada de AJ

"También estoy sin mi, cuando estoy sin ti"...

Café necesario (1)

Saboreo un café necesario, domingo de mañanita. Y me acompaña Debussy. Qué más. Sí, ya sé lo que falta. Tu azúcar de caramelo. En fin.

Café necesario

Un café necesario, domingo de mañanita. Y añorar, de ya, esa luna que miramos, ambos, en la distancia.

Te amo (tres, de tres, y último)

Decir te amo es un arabesco sencillo y complejo. Y es, a la vez,  un contorno áureo que me blinda contra el odio, el rencor, sentimientos con los que transitan muchos con máscara. En paz, decir te amo  es ponerme los zapatos para sentir lo que siente la espina y la rosa. Es recordar tu aroma y buscarlo por calles, avenidas,  veredas y hasta debajo de las piedras. Decir te amo es acrisolar la sonrisa en algo tangible y natural: tu mirada, tus manos. Lo sabes a pesar del pronóstico de la gitana y del clima: lluvia, lejanía, miedos. La historia de amor permanece en ese deseo de amar del cielo a la tierra y viceversa. Y al decir te amo comprendo sin pesar que mi amor es exactamente mío. Por eso estoy alegre. Porque está contigo en este tiempo. Sin condicionamiento alguno. Sin obligación de reciprocidad. Tiempo de espera, compás del arquitecto destino. La alegría de amar sin cortapisas, sin miedo al fracaso o a la envidia. (Corregir).

Incertidumbre (Dos de tres)

Hielo en la mirada y garganta. Lija que raspa el corazón y la piel. Hielo en el corazón caliente. (De prisa, de prisa, que ya pasó el cartero). Papel mojado en el que ya no se escribe. Así es la incertidumbre. Poner como ilusión el amor y a la vez destino como olvido. Ahora llueve sobre la humedad del sueño a campo abierto. Incertidumbre el día, las madrugadas, todos los días, insomnio. Incertidumbre el hambre, el gesto adusto, la sonrisa. Lengua bífida lame herida donde hay cicatriz. Husmeo de tanto en tanto en el viento el aroma conocido. Y el olor indica dolor por el regreso y despedida. Y las canciones nada dicen ya. O más bien lo dicen todo. Los fantasmas ya no están por si acaso, para que testimonien referencias del ayer, del destino, de los versos de amor y los besos de tornillo. Incertidumbre los pasos sin luna, la canción del silencio. Tocan a la puerta. Y ni el cuervo de Poe aparece. Luz de sol. Y nadie sabe de la luz. Vamos al café ayer, donde no...

Día y noche

El día sucede, la noche impera. Mientras esto sucede, el tiempo ciego transcurre, indiferente. La noche sueña, el día realiza.  El tiempo fue.

Uno (de tres)

Paloma. Una guitarra roja con cuerda rota. (No toca sola, por supuesto. Y acompaña fiel.). Un violín olvidado en el rincón. Un cuaderno a rayas, donde se consignó su baraja de destino. Una pluma de quetzal, ya casi polvo, de ala detenida. Un poema escrito con sangre, por amor. La nube en botella de agua solar. Un libro vacío, para escribir tres historias de amor (12, 11 y 10). Otro libro donde encontré la fórmula del filtro de amor. Una usb con música de Debussy y Lizt, para escuchar frente al mar; sí. Una moneda sin valor, tres peces. Mi dibujo de luna en la cartera. Una chispa de luz. Un aguijón ya sin señal de ácido para los ojos. La creencia en la amistad y el amor. Una frecuencia de radio empecinada. Mis palabras, humo, viento, flor. El olvido y mi amor lo tienes tú, lo cargo ligero en el camino yo. (Corregir)

Tres

Tres textos en el horizonte. Apenas tres. Algo de lo pendiente. Lo que no he dicho entre tantas verdades de plástico, entre las tantas mentiras de carne. En estos tres que siguen esconderé el tesoro de la dicha, la miel, la hiel, la espina. Mostraré el truco del viejo y sonriente mago. Mostraré el cosido interior de la camisa, para seguir el camino de la costura, mostraré el truco del sastre. Tres textos, tres temas. breves, por supuesto. Ser{ian como las {ultimas palabas (que no lo son, por supuesto), como un testamento.

Miércoles

Palabras al vacío. Palabras a la pared. Al espejo. A la hoja en blanco. Al corazón de piedra. Declaro oficial los besos que no tengo. La calabaza es un carruaje de moda. Declaro la tarde y las hojas. El mejor amor en el poema. La nube preñada de futuro. El pájaro en el alambre. Declaro el vicio de soñar despierto. Ah y qué bien se siente bañarse y ya no tener miedo de tener cerrados los ojos. Y tomar agua y ya no sentir el temor de ahogarse. He dicho que la frontera es apenas piedra del pensamiento. Chapolotean los sapos en el charco. (Corregir)

Paloma

Paloma. La madrugada me envolvió con sueños. Una carretera. Velocidad. Y no llegar a ninguna parte en búsqueda de la fiesta. La gran fiesta. Y en el sueño mismo me asomé por una ventana. Vislumbré el campanario frente a la plaza. Miré mi banca desde la que espero y escribo, ahora vacía. Y sabía que estabas allí, en el campanario, en descanso. Desperté y brillaba la oscuridad más bruna. Y, despierto también, me asomé por la ventana: bruma también. Y entre todo ello el campanario. Y en tus sueños tú, paloma, acariciando la esperanza. Paloma querida.

Martes

Martes con máscara del no sucede nada, como cualquier día. Como esos donde el fútbol se arrellana en el centro de la tierra como imán del frenesí y la algarabía. Martes para escribir silencio en piedra y pensar en todo y no decir nada como ruta para el poema sin palabras, donde no habrá poema. A este martes lo condeno al olvido, salvo Debussy. Salvo estos minutos con el cometa Debussy para andar por la nube aún en la nostalgia. Al incierto martes, inevitable, le dedico mis horas, para el café en el limbo, antesala del olvido. Y pensar en un nuevo sauce con sonrisas y mi guitarra roja, siempre a la mano.

De madrugada, paloma

Es de madrugada, paloma, y los grillos. De madrugada y esta manera de decir las cosas, bordeando el camino de las miradas. De madrugada y los fantasmas que me cercan, ya hasta amigables por eso de las sombras. En el campanario descansas y yo velo tu sueño, albricias las alas. Bien sería una flor y serenata. Despierta, paloma querida.

Polvo de vidrio

Lunes. Polvo de vidrio en los ojos. Polvo de vidrio en la garganta. Polvo de vidrio en la planta de los pies. En el estómago y en los oídos. En las manos y en los codos. En la nariz y en los labios. Tomo mi guitarra roja. Canto y sonrío. Déjá vu,

Buen amanecer, paloma

El frío, paloma, buen día. Amanece y cantas. Las alas listas para el día. Mientras tiembla como respuesta a la noche abigarrada y tensa. La noche. Cansancio acumulado se refleja en mi sueño para hacer sonar el alerta para las horas por venir. Llueve aún, y sin embargo la espera en la sequía, en los frondosos bosques, en la alta montaña, en el risco de l ladera,en el botón para la nueva flor, hace que venga bien la lluvia en forma de llovizna o tormenta con mucha agua y viento. Lava el rostro del paisaje. Y amanece. Buen amanecer, paloma. Mientras tanto busco refugio en la nube o campanario, mientras, mientras.

Buenas noches, paloma

Buenas noches, paloma. Se fue el domingo con lluvia. El viento huracanado, previo, tumbó anuncios y hojas, levantó polvareda y faldas. Buenas noches, paloma. Vuelves al campanario para el descanso entre nubes, y te arrullará la música de Debussy para que el músculo relaje y te acompañe en la risa que antecede tu sueño. El campanero hoy cumplió su cometido a cuerda de la tinta para mensaje, paloma. Mañana dice tañerán por los rostros frenéticos y esperanzadores o con rescoldos del ayer. Un nuevo día, señal de vida. Chocolates y bombón con fresa de bienvenida al lunes. Buenas noches, paloma. Venga el tiramisú y la tarta, para un café de noche, necesario y urgente. Al encontrarte en el sueño, lo primero que haré es invitarte.

Amanecer domingo de orquídeas

Dos grandes jardines de orquídeas. De ensueño. Cerca uno de otro. Mirada terapia. Éxtasis por  las variadas y parecidas formas de la flor. Lo multicolor. Y en una de ellas me atrevo y cerceno una para ti. La dueña me descubre. Y se acerca. Y digo la razón y tu nombre. "Solo que sea por eso", responde. Y sonríe. Inicia el domingo con el abrir de ojos.

Me pierdo

Me pierdo en la nube mientras llueve. Y también en la vereda luminosa de tu nombre.

De dolores y remedios

Me pregunto qué tanto sabes de dolencias y remedios, que a tal mal del corazón, recetas un beso, o dos . Por eso los médicos son sabios, pequeños dioses en la tierra, instrumentos de un ser superior. "Además tome muchos líquidos", me ordena. Más tarde leo el garabato de la receta. "Le viene bien ella en dosis suficientes".  (Corregir)

¿Hay algo?

¿Hay algo que el sábado no sepa del viernes? La humedad de hoy recuerda la lluvia. Y la melodiosa voz de ayer tarde en el oído. Alborozo.

Llueve

Llueve y me acerco a la ventana a mirar el desfile de paraguas.

Paloma

De nuevo en el campanario la paloma. Buenos días, paloma. Resuelta a dominar el viento con smog se pone su escafandra para contrarrestar la rutina. Baja de pronto a caminar por las calles preparándose para el vuelo. Una paloma, un mundo. Yo la miro absorto desde una banca del parque. Pensativa la paloma escudriña en sus sueños las razones para el vuelo.

A esta hora

A esta hora  notas de violín. Albinoni. Adagio en Sol menor. Afuera una antorcha de nubes naranja. El crepúsculo.  Ulular de sirena en la carretera. Los grillos, sonido de élitros. A esta hora luz de esperanza con el amanecer. Y el violinista muestra las hojas que caen, despedida suave. Despertar en mañana gris.

Llueve

Es de noche y llueve.  Falta el abrazo del ensueño. Las palabras de tesoro. Hasta faltamos nosotros mismos con nuestras palabras. Nuestros hechos. Llueve y truena. Truena. Es la razón del abrazo necesario, aparte de mucho.

Buen día, paloma

En el campanario una paloma. Tierna y cauta como la que mas. La paloma. Lista para traficar en el día gris, nublado de hoy. Un buen día para caminar (volar) con la frente en alto, como ayer. Para admirar la flor. Para inspirar ese disco donde en notas plantea del amor. Buenos días, paloma. No te sorprenda esta canción. Cada día es buena ocasión para decirte que entrecierro los ojos para verte mejor. Por ahora.  Buen día.

Y más ahora

Las rosas están allí sin esperar más nada. Y más ahora cuando el viento golpea por los cuatro puntos cardinales. Ahora cuando al pasar lista de presente se nota más tu ausencia. Yo, por mi parte, estaré siempre presente cuando seas tú la del pase de lista

Incluso ahora

Incluso ahora, cuando ya no plancho mi pantalón ni mi camisa. Cuando mis tres discos de Sabina los mal vendí por cien. Y los dardos mal lanzados me alcanzaron, porque me les acomodé mu bien. Incluso en este instante cuando cantan las sirenas para el pez pescado arrullador. Cuando está la barca lista y no se debe detener o para qué si no hay motivo ni razón. Ahora queda en el camino una branquia, una esperanza y un dolor. Junto con la carta de gitana que te he robado yo. 

Infantil

Un pez me intimida desde la pecera. Lo miro arrogante y banal. Con su mirada intemporal, como si nada le moviera en lo que ve, como si nada fuera lo que ve,  intimida en su afán de sobrevivir con sus agallas en el agua. Multicolor, con su brillo se mueve como en pecera pez. Y desfila su mejor traje de ocasión. Y un buen día se le acaba el oxigeno, decíamos de la contaminación. Y sale y aprende a vivir con la solidaria luz. Aquí pescado abisal voy. Absorto ante ti.