Te amo (tres, de tres, y último)
Decir te amo es un arabesco sencillo y complejo. Y es, a la vez, un contorno áureo que me blinda contra el odio, el rencor, sentimientos con los que transitan muchos con máscara. En paz, decir te amo es ponerme los zapatos para sentir lo que siente la espina y la rosa. Es recordar tu aroma y buscarlo por calles, avenidas, veredas y hasta debajo de las piedras. Decir te amo es acrisolar la sonrisa en algo tangible y natural: tu mirada, tus manos. Lo sabes a pesar del pronóstico de la gitana y del clima: lluvia, lejanía, miedos. La historia de amor permanece en ese deseo de amar del cielo a la tierra y viceversa. Y al decir te amo comprendo sin pesar que mi amor es exactamente mío. Por eso estoy alegre. Porque está contigo en este tiempo. Sin condicionamiento alguno. Sin obligación de reciprocidad. Tiempo de espera, compás del arquitecto destino. La alegría de amar sin cortapisas, sin miedo al fracaso o a la envidia. (Corregir).
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