De domingos

Buen día, paloma. Tú no lo sabes. Yo pienso en ti. Lo digo en la tranquilidad y paz del sueño, aunque los vaticinios de la gitana auguran tempestades y platos rotos. Representas paz y agitación. Cantos y desvelo. A veces te miro en el campanario desde mi banca. Y cuando no estás sé que andas por las nubes reconociendo el cielo, Y te espero. Tú no lo sabes. Pero te espero. Sabes, por ahora cambiaría los domingos por cualquier otro. A veces salgo al parque por si te veo. Lo cambiaría porque de lunes a viernes hay esperanza de encontrarnos. Tú no lo sabes, pero me asomo a los volcanes, al escondrijo de la nube, en los cafés o libros de viejo, en los mercados, en los sets de televisión, o en los sonidos de la radio. A ver si tengo suerte y nos encontramos. Importa cuando sucede. Salto de gozo cuando nos saludamos. Sé libre. Anda. Vuela. Es grato el canto y vuelo alegre de los pájaros.   (Corregir)

Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

De cartas

¿Por qué así, señor periodista?