La eternidad en la mano

Camino como en un set. Entre las calles limpias y el cielo azul de Victoria de Durango. Miro construcciones antiguas. Y las personas en un caminar lento y alegre. Con la tranquilidad de quien se sabe amo y señor de la tierra casa. Pásele señor. Aquí está lo mejor. Mire usted estos cuadros de nuestro artista capital Angel Zárraga. ¿Y estos ángeles? Es el eterno peregrinar entre los demonios y los ángeles, con sus lanzas e improperios contra los rezos y el cielo bien ganado.  Sonría para la cámara. No hay mejor cielo azul en la república. Este es el caldito de acá. Mazatlán, a dos horas y media. ¿Cuándo vuelven? Y me quedo arrobado por las voces multicolores como pájaros en primavera. Es el aire, el rumor, el ruido suave de los autos, las canciones. Y volver se escucha por todas partes. No decimos adiós. Sino volveremos.

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