No le quito nada
No le quito nada ahora a lo escrito. Ni punto o coma muevo. Ahora que llego a cierto número de textos en los que dejé y dejo pistas de mis vuelos y caminatas. Allí queda lo planteado desde una aspiración o deseo, hasta las caídas en las banquetas de cera cantando canciones que nadie escucha. Escribí para lanzar al mar cartas sin destinatario ni destino. Y me regresaron húmedas y saladas a la playa soledad donde de vez en vez acudo para escribir en la arena nuestros nombres. No me arrepiento entonces de las palabras que se han ido acumulando engarzadas de acuerdo a pulsos de emoción y menos razón. Donde escribí canción es lo que dice. Donde nostalgia y olvido, lo mismo. Celebro la palabra. Hoy siempre. Quede constancia. Nada quito, nada muevo. Escrito está. Salvo correcciones. Leo a Oliverio y me mueve a risa las verdades que dice. Higo digo. Y muerdo la fruta.
Comentarios
Publicar un comentario