Ayer me contestó Dios

Tengo, desde joven, dudas que existe, pero me da sobradas muestras que sí. Ayer le escribí una carta. Y me la contestó con prontitud. O alguien que se hace pasar por Él. Miré la nube viajera. El sol brilló y minutos después lo cubrió la nube. Miré una flor en su esplendor. Un amigo me estrechó la mano. Una amiga, también. Aparecieron sonrisas como coro. Un grupo de vecinos canta cada día, con el auxilio del acordeón, Y asan carne. El pasto crece sin más. Los niños gritan alborozados en el parque. Los pájaros trinan. Canta Serrat y el Aute. Miro en lo alto un avión. Un vecino ciego toca el violín. Sale agua transparente por la llave. Tengo a la mano un libro y dos. Me aclara la luz y observo a mi alrededor. Alguien me nombra. A lo lejos alguien canta, a lo lejos. Miro tu fotografía. Luego de todo esto más no hay duda. ¿Y si no? Agradezco la respuesta. Gracias a la vida, murmulla Violeta. Tanto es lo que tengo, sin precio, con valor. Tengo el alfabeto, mis manos, caminos por recorrer. Palabras por arribar. Letras por escribir. Corcel. Una estatua de el Quijote. Otro disco más de Serrat. La voz. Un reloj que no marca el tiempo. Tengo el tiempo breve también. Ah, y tu sonrisa, aún. Tu sonrisa.

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