Domingo por la mañana

El sol se asoma por la ventana. M reconoce de nuevo y sonreímos. Hay un rumor de mar en el caracol gigante que me acomodo en el oído. Un pajarito se desentiende del mundo y canta. Suena el llamado del templo con la campana. Yo me lavo la cara. En el espejo  dejo mi rostro distinto al de la noche.  A veces canto canciones de la prehistoria personal. Me pellizco en el sueño de la vida. Y porque me creo que existo sonrío y salgo a crepitar el corazón. A toda prisa. Es domingo por la mañana.

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