Me niego a escribir y lo hago

Me niego a escribir y lo hago. Con tan sencillo que fuera no hacerlo y ya. Pero algo me mueve. Escribo tu nombre y lo borro, para que no te enfurezcas. Y lo vuelvo a escribir y lo vuelvo a borrar. Es inevitable. Escribo. Elemental. Cursi. Y escribo sobre la sonrisa aquella de cuando te conocí o las palabras de cruce, esa tarde. O el pastel de cumpleaños. Bien se dice, que el amor tiene derrotas pero siempre sale avante con el triunfo. La circunstancia es que escribo y me niego. Escribo y lo cuento. Dejaré de hacerlo y ya. Dijo una vez Tito Monterroso: no dudes, deja de escribir y si lo logras por siempre es que has triunfado y eres feliz. Pero si no puedes, entonces asúmete con seriedad como escritor. Este domingo es especial. Porque van estas palabras a su destino final. Que las leas, y han cumplido ya. Este domingo, bienaventuranzas para todos, para ti.

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