Le escribo a Dios

Le escribo a Dios, aunque dudo que exista como tal, pero por las dudas, él me comprende. Y le escribo. Le cuento de todo, de cosas nimias y más pequeñas. Y tiene tanta paciencia que me lee y lo sé porque  me contesta, aunque muy a su modo. Si no existe entonces tiene alguien en su lugar que hace lo que él debiera. Le escribo de mis esperanzas, sueños y visiones. Trato de no decirle mucho de mis tribulaciones porque imagino tanto que le dicen de oídas y escritos sobre lo mismo. Entonces le doy cuentas alegres de lo que hago y me pasa sin mentirle. por ejemplo de la amistad y del amor, y lo imagino sonriendo. Y le cuento de mis lecturas y mis escritos, y que siento como que alguien me dicta. Y ríe alegre como de fiesta. Le escribo sobre mis proyectos. Y sobre la sonrisa de los hombres y la falta de alimento. Le digo sobre la industria de la guerra. De la medicina y la ganancia usura de la banca y seguro se pone serio contra mí, como si nada de eso él supiera. Y al presentirlo así le cambio brusco la plática y le hablo de ti, ya sabes, sí tú. Ese es mi tema favorito. Entonces imagino que me quiere cerca, para abrazarme. Y entonces dejo de escribirle. Y salgo alegre, cantarín y risueño, rumbo a mí día que significa saludos, palabras y trazar rutas de futuro..

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