Pasaba por aquí

Es Aute. No lo conocía. Te lo presento. Al pasar frente a su casa, era Madrid 1980,  escuché su voz de arena. Y las palabras plenas, que llamaban a reflexión. Una idea tras otra. La belleza. Por la conducción de ir descubriendo otra manera de decir las cosas. Pintura para interiores y exteriores. No lo conocía. Sí, claro, un regalo de la era cuaternaria, de cuando picapiedra.  Y la risa a borbotones. Pasaba por allí y ningún teléfono cerca. Era un cantaautor que venía de muy lejos, de cuando las rosas en el mar. Es fácil recordarlo. Camino abajo o arriba. No lo conocía, era verdad. Somos una generación que escuchó solo lo que pasaban por la radio. Entre españoles y argentinos. Buenos, sí, mas con una cauda de lugares comunes. Y a no dudarlo eran buenos. Ding, dong, son las cosas del amor. Entonces, luego entonces, vienen, irrumpen, los poetas por un lado. Y los cantantes de lucha social por otra parte. Y vislumbramos, junto con los libros liebres que había otra manera, de qué manera, de alguna manera, de realizar la crónica de nuestros momentos. Y la literatura vino bien al caso con los ritmos a veces pausados, pero sobretodo las metáforas. Imágenes que vivirán con nosotros. Enciende la tele. Miremos otra película. Bostezo ya porque es medianoche. Sueño que a la cama de vez en cuando es necesario ir. Reparador momento en que los duendes, los animales fantásticos, y las hadas, se aparecen para vivir la vida real de los sueños, la vida bella.

Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

De cartas

¿Por qué así, señor periodista?