No
1. No, porque no sabes cómo, cuándo, donde. Porque esperas y crees saber qué. Pero realmente no lo sabes.
2. Piensas todo eso y te abruma. Tus pensamientos se cruzan y entrecruzan. Nada de claridad hay entre la bruma de la incertidumbre. Pero sueñas.
3. Es clave el sueño. Podrías titularlo como El sueño de la espera. Y se repiten mensajes que olvidas. Números en los sueños. Domicilio. Perfiles de casas que habitas en los sueños.
4. Encontraste respuestas que no buscabas. Y buscaste respuestas sin encontrarlas a preguntas que cargas como fardo.
5. Preguntas son que nadie hizo. Preguntas que forman parte del imaginario. Se dice que las hacen las personas que buscan sentido a la vida. Gente importante que anda en las nubes. Sin que sepan que la vida no tiene sentido.
6. Buscas el amor, la salud y el dinero. Buscas el conocimiento, las emociones especiales, los ascensos espirituales. La búsqueda es el destino. ¿Pero y las respuestas?
7. Nunca te planteaste opciones. Nunca un plan C o D. El B no fue opción. Porque la vida es sin sentido. O en todo caso la vida es con sentido único. Y cosas así. Tome apuntes de los que vea en el viaje.
8. Aquella es la ruta, te dijeron. No, es esta. Y así por varios años. Tantas rutas para tan poca vida. Tantas rutas para ninguna certeza. Y el de las certezas se encontró un vacío.
9. ¿Y las dudas? Certezas o dudas es lo mismo. Puedes pasar de una a otras. O quedarte en una o en otra. O cambiar a la indiferencia. Sea solo creíble lo visto o escuchado.
10. O lo tocado. O lo razonablemente pensado.
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