París siempre ha sido una fiesta cultural
Audomaro Hidalgo y Sergio Ávalos, tabasqueños, son poetas y traductores que radican en Francia. Y este miércoles pasado charlaron sobre la poesía francesa actual, aunque no se limitaron a ella, sino que dieron un panorama general de la literatura mexicana (poco qué decir) en Francia, y de la literatura francesa en la Francia misma. La cita fue en el Centro Cultural Villahermosa, frente al Parque Juárez de Villahermosa. Como adelanto cuenta Audomaro que un compañero de estudios, francés, le comentó que iba a leer una novela, pero que no sabía cuál. Y uno se imagina que buscará una novedad literaria de Europa del este, de Asia, de África o algo así. Y no. Al poco tiempo le comentó que sería una de Honorato de Balsac.
Frente a nosotros está Audomaro y Sergio, a quienes conocemos de hace años, siempre dedicados, y los recordamos con la mirada fija en otros horizontes. Puntuales, a las 6 de la tarde ya estaban listos en el presidium. El público, pocos pero buenos, estaban asimismo dispuestos a asomarse aunque sea de manera breve y leve a lo que sucede en París y sus alrededores, en lo que se refiere al tema central que es la literatura y los temas periféricos, siempre interesantes para los lectores. Con un formato de camaradas y colegas, en el que "Maro" planta la pregunta, el público la escucha y se forma una expectativa de respuesta, y responde Sergio, y luego Maro comenta otro ángulo del mismo tópico, dando un panorama más completo sobre lo planteado.
París ha sido siempre lugar geográfico de atracción, imán cultural del mundo. Conviven en la ciudad luz los parisinos, con artistas de todo el mundo, bebiendo de la savia histórica que circula en sus barrios, respirando el aire que siendo otro es a la vez el mismo de los años gloriosos del boom latinoamericano, donde Cortázar, García Márquez, Mario Vargas Llosa, y muchos otros monstruos de las letras hicieron camino. Pero lo mismo podemos nombrar a otros escritores de otras latitudes que vieron a la ciudad luz como requisito para potenciar su muy personal obra. Digamos Hemingway, Henry Miller y muchos otros más.
Por eso nos da gusto asistir la charla de Audomaro Hidalgo y Sergio Ávalos, quienes con su experiencia abren una cortinilla para que nos asomemos a Paris, el de los cafés, el de la bohemia, el de sus librerías, el de sus panaderías famosas, el de los Champs Elysees, avenidas Montaigne y Víctor Hugo, cuya nomenclatura se ha rendido tanto a la tradición y a la literatura. La charla nos remonta en tiempo y geografía, y nos imaginamos desde acá la música en sus bares de la bohemia vivaz, con las voces eternas de Hervé Vilard, Charles Aznavour, Edith Piaff, y de las actuales como Mylene Farmer, Dualipa y otros.
Y así estábamos en el Centro Cultural Villahermosa. precisamente en su teatro de Cámara Hilda del Rosario. Los poetas nos cuentan por ejemplo que es Paco Ignacio Taibo II uno de los escritores mexicanos más leídos. Aunque hay una razón para ello: la lectura de sus libros es requisito para quienes aspiran a ser maestros. Y los libros de Carlos Fuentes y en menor medida de Octavio Paz, también se encuentran en las librerías. Maro nos comenta que "El libro vacío", de la tabasqueña Josefina Vicens, fue traducido en su momento en Francia, solo que ya dicha edición está agotada, por lo que sería conveniente insistir para que la reediten.
Sergio comenta de las editoriales que se conglomeran comiéndose a muchas de las editoriales pequeñas. Nos cuenta de cuando organizó un encuentro de editoriales de las que se llaman independientes, de las que tienen mínimo o poco presupuesto, de las que no responden al mercado con creces, sino con aportaciones bellas, con libros bien editados, que fue una buena experiencia, sobretodo porque permitió que estos editores conocieran la manera como se adquieren los derechos de autor, que a simple vista puede parecer casi imposible. Hizo referencia a las editoriales Monte Carmelo y Casalia editores, de Francisco Magaña y Ervey Castillo, respectivamente, quienes han participado en estos eventos.
Maro hace referencia que en las clases de maestría al comentar de sus lecturas de Apollinaire, se les hacía extraño y raro a sus condiscípulos galos que un escritor de México, (del lejano país conquistado por España), leyera escritores franceses. Y que la obra de Juan Rulfo es apenas conocida por un círculo muy pequeño. ¿Cuál será la razón?, se lanza al aire la pregunta. Habiendo muchas yo aventuro sobre el francocentrismo. Las ciudades luz alumbran, no son alumbradas, o algo así. Se comenta sobre Galimard, la gigante editorial y sus mecanismos. Y sobre su colección Biblioteca Pleiade, de lo mejor de lo mejor publicado en Francia, que muy poco incluye a autores de otros idiomas. La colección fue creada en 1931 por Jacques Schiffrin. Y André Guide le dio impulso para que entrara dicha colección a Gallimard. Y entre los pocos extranjeros están publicados Vargas Llosa, Phillip Roth y Milán Kundera. Se sabe que Carlos Fuentes formará parte de esa pléiade.
Se habló de las traducciones, en la experiencia de cada uno. De que si no se gana la vida como escritor, menos como poetas. Aunque tampoco como traductor. Audomaro cuenta de la vez que leyó Medea, de Pascal Quignard, de cuya narrativa quedó gratamente impresionado que la empezó a traducir como un ejercicio. Luego le fue avanzando hasta termianrla y llevarla a una editora. Y luego presentó un proyecto de traducción sobre poetas franceses, que vio a la luz en una edición bilingüe, llamado el libro “El gallo y la serpiente”.
Audomaro Hidalgo es poeta y traductor. Estudió en la universidad del Litoral, de Santa Fe, Argentina. Ha sido becario de la Fundación para las letras mexicanas y del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. Es colaborador de la Revista casa del Tiempo de la UAM. Y del Círculo de la Poesía. Es Maestro por la Universidad La Havre en Francia. Es premio de poesía José Carlos Becerra 2013. Y Premio nacional de poesía Juana de Asbaje 2010. Autor entre otros libros de El fuego de las noches; Dos de copas (2015); Pequeña historia de la destrucción (2017); Madre Saturno (2020); Sajadura 2022; Incisión 2022; y tradujo, como ya se dijo Medea, de Pascal Quignard.
Sergio Ávalos es poeta y traductor. Es especialista en derechos humanos, saber con el que ha participado en distintas organizaciones locales e internacionales. Egresado de la UJAT, estudió asimismo en la IHEAL CREDA y en el Pantheon-Assas Université. Y trabaja en la EPS Barthélemy Durand, escuela de salud mental. Y es profesor de la ESTP, escuela tradicional de la construcción sustentable. Ha traducido poemas de Derek Walcott, Joseph Brodsky, Salvador Quiasimodo, Jean Paul Daou e Iván Alechine, entre otros. Premio José Carlos Becerra en 2014. Obtuvo en 2020 el premio del haikú en francés del centro Cultiral Japon en parís. Y ha colaborado en diversas casas editoriales.
Comentarios
Publicar un comentario