De risas y votos devotos
1. Ríe, absolutamente ríe. En el momento de la risa, el cerebro manda señales de felicidad mediante la dopamina, oxirocina y otros químicos llamados de la felicidad a todo el cuerpo, y este las recibe y mejora en todos los aspectos. No hay mejor medicina. Te comento que a las personas de risa se les acercan más que a los que andan serios. Sean las razones que sean de la risa, transmiten seguridad y confianza. Son más abiertos, son más expresivos. Y se la pasa uno a todo dar con ello.
2. Se cuenta que Don Antonio murió y llegó sonriendo ante San Pedro para ver dónde le iba a tocar si en el cielo o el infierno. Y este le preguntó que a cuál de los dos lugares quería ir. Don Antonio se sorprendió que se pudiera escoger. Y pidió autorización para conocer ambos lugares míticos y así poder tomar una decisión más reflexionada. Primero conoció el infierno. Había allí mucha música; cantantes de todos los estilos; aire acondicionado; comida y bebida por doquier; actores, cuentacuentos, bailes y bailarinas. Etc. Salió de allí y fue ante San Pedro para decirle que ya conoció el infierno, y pensando que si así estaba el tan temido infierno, mucho mejor estaría el cielo.
3. Y ahora Don Antonio le pidió le indicara por dónde es el cielo para conocerlo. San Pedro le dio las indicaciones. Y entró a ese santo lugar y se encontró con música lenta, ángeles tocando con trompeta, nubes blancas, oraciones, olor a incienso etc. Y sin dudarlo nada regresó con San Pedro para decirle que escogía el infierno. San Pedro se le quedó viendo muy sorprendido. Y le advirtió que lo pensara bien porque no había vuelta atrás y sería por toda la eternidad. "No tengo duda, dijo Don Antonio satisfecho de tomar según él la.mejor decisión". "Bueno, allá tú". Se abrió de nuevo la puerta del infierno. Y entró Don Antonio. Y se encontró que había un calor insoportable, llamas por todos lados y lamentos que salían de almas en peroles hirviendo. Entonces fue a reclamar a la oficina de Satán y le dijo: "oiga me han engañado. Ayer había aire acondicionado, comida, bebidas, bailarinas, y hoy todo lo contrario. Don Satán lo vio y con voz grave y sonriendo le dijo: "jajaja, Es que ayer fue el último día de campaña electoral".
4. Ayer mientras iba a la escuela (tenía la clase de Antropología filosófica, qué cosa es el ser humano) escuché una canción vallenata que ya antes había escuchado a manera de cuento popular. Se dice que Dios estaba haciendo a sus criaturas. Y le faltaba hacer al burro, al perro, al mono y al hombre. Empezó con el burro: "serás fuerte para cargar cosas, tu vida será dura y vivirás 20 años". El burro le respondió que no se quejaba de la carga, pero que solo le diera 10 años de vida. "Concedido", le dijo Dios. Luego con el perro: "Serás guardián y vigilante de las casas, cuidarás a sus moradores y sus bienes. Y vivirás 20 años". No me quejo, dijo el perro. Cuidaré las casas y a los amos. Pero solo dame 10 años, 20 es mucho. "Concedido", le dijo Dios.
5. Luego siguió el mono. "Disfrutarás de la vida y brincarás de rama en rama y de árbol en árbol. Harás reír a las personas con tus saltos y ellos gozarán contigo. Y vivirás 20 años". "No seas así, solo dame 10 años de vida", clamó el mono. Y"Concedido", le dijo Dios. Y luego hizo al hombre y le dijo: "serás el amo del universo, la especie animal más inteligente y racional, el más listo de todas las especies, el más abusado, etc; y vivirás 40 años. "Es muy poco señor Dios, si no te parece molesto, dame los 10 años que despareció cada uno de los anteriores animales. Dios andaba de buenas y le dijo: "concedido".
6. Y esa es la razón por la que el hombre anda 40 años como rey del universo haciendo alarde de suvrazón, de su juventud a la que considera eterna; luego se la pasa 10 años que no quiso el burro cargando cosas, en el mercado carga las bolsas, maletas en la central de autobuses y aeropuerto, carga leña y tantas cosas. Luego se la pasa 10 años, los que no quiso el perro, de vigilante de casa, de bienes y sus descendientes. Y luego se la pasa 10 años haciendo reír a los nietos, y saltando de casa en casa, viviendo con alguno de sus hijos o hijas.
7. No soy bueno para contar chistes, lo sé, si lo fuera me dedicara a eso. Solo que ahora es día de elecciones federales y locales y no quiero hacer propaganda, además que sería una burla a la Ley, yo que me jacto de cumplir con ella. Cuando viajo en carretera con mi familia, de Villahermosa a Matamoros, que lo he hecho desde hace 43 años, y el viaje es largo, aproximadamente de 20 horas, siempre cuento los mismos chistes en complicidad con mis hijas, que al terminar se ríen, y antes los escuchan como si fuera la primera vez. "Ahora cuenta el chiste de los argentinos, papá", me dicen. Y yo hago como que nunca lo he contado y ellas nunca escuchado.
8. Había un concurso de baile de tango. Participaban como 40 parejas, que fueron eliminando de una en una hasta llegar las mejores 5. Estas eran lo mejor de lo mejor. Y el jurado batallaba para encontrar las diferencias que les ayudara a dictaminar. En eso uno de los bailarines le dice a su pareja "sigue tú bailando, a mí se me aflojó el estómago y debo ir al baño con urgencia". Y dicho y hecho, salió corriendo. La urgencia y prisa le hizo olvidarse que traía un saco de frac, los de dos picos largos que llegan a la altura de la rodilla por la parte de atrás. Entró al baño, se bajó el pantalón y se sentó a desalojar lo suelto.
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