No solo de pan vivimos

1. Por lo general cuando alguien se entera, sea porque le dijeron, sea porque vio, que tienes libros en tu casa, te preguntan que si ya los leíste todos. Y la respuesta es que nadie ha leído todos los libros que tiene. Y peor, se alteran si ven que algunos los tienes aún cubiertos por celofán. ¿De qué sirve tenerlos y no leerlos?, insisten en la pregunta, como si eso les dañara a ellos, como si les picara, como si les mordiera.

2. Cada intento de poner precio barato a los libros es bueno. Sé que por razones de mercado no se puede con todos porque hay derechos de autor, y estos son sagrados. Pero con los que se ponen a bajo precio basta para darnos festín con las lecturas. Los hay de todo tipo de temas. A cual más interesante de acuerdo a los gustos y preferencias.

3. ¿Por qué insistimos en la importancia de la lectura? Hay muchas razones, una de ellas es por sobrevivencia. Sí, aunque parezca una exageración. Sí, aunque sea una exageración. O ¿cómo entender esa expresión de que no solo de pan vive el hombre? Porque si pan sabemos significa comida, entonces también sabemos que eso lo necesitan para vivir todas las especies vivas. Pero es "el hombre" (el ser humano) el que no solo de pan vive.  

4. En clase con los muchachos reflexionamos, discutimos, nos arrebatamos la palabra para refutar, para proponer, para aportar algún dato, una idea, otra referencia sobre el tema del día. Son cuatro horas sumadas las dos de cada materia, viernes y sábado. Y es la palabra viva la que nos sostiene despiertos, alertas en el tema, buscando en la memoria algo que nos ayude a participar. Y como dice el dicho popular, en asuntos de palabras e ideas, en el grupo de cinco que somos alumnos, "hasta el más chimuelo mazca alambre". Cada quien con sus lecturas.

5, Me decía un amigo jefe de educación: "Fíjate Calvillo de la importancia de los libros de texto gratuitos: en muchas familias son los únicos a los que han tenido acceso. Y a veces sus padres los guardan como tesoro. O ya de adultos los hojean de vez en cuando. O los leen en familia. Todo ello porque saben de la importancia del libro".

6. Un tema a reflexionar son las bibliotecas. Pero aunque es un tema aparte es necesario ponerlo en la mesa. Acuden pocas personas a ellas. A veces entramos a alguna y vemos los estantes llenos de libros y las mesas y sillas vacías. Ausentes los usuarios. De vez en cuando una mosca por allí y algunos usuarios. ¿Cómo lograr que sintamos necesidad de ir, de gustar y degustar las lecturas? Ese es un reto a reflexionar. Parecen como si fueran museos, y en cierto sentido lo son: museos de libros, de palabras escritas. 

7. ¿Se lee poco? Creo que realmente se lee mucho. Me explico: como un náufrago que fuera en balsa y remara mucho para avanzar sin saber a dónde. Así el lector de anuncios, de libros e autoayuda, de horóscopos, de las páginas rojas y de deportes de los periódicos (¿Hay aún periódicos impresos?), no sabe a dónde dirigirse. Y no hay recetas para ello. Porque en todo caso hay quienes saben a dónde dirigen su vida, que son la minoría, y la gran mayoría no lo saben, aunque crean saberlo.

8. No sé quien dijo que la educación es un arma para defenderse en la vida. La azarosa, la difícil, la imponderable, la torbellina, la huracanada, la procelosa, vida. O la educación es una brújula para orientarse en la vida. Ya no sabemos ni cómo metaforizarla. Lo cierto es que las madres desesperadas o padres ídem le dicen a sus hijos, generalmente adolescentes, "la vida allá afuera sí que es difícil". O a algún adolescente rebelde sin causa se le dice: "si no te enseñaron en casa, la vida allá afuera te va a enseñar a golpes". Y todo ello tiene que ver con los libros. Son los libros los que portan la educación en su interior, como un cofre. Pero hay que abrirlo.

9. Uno debe reflexionar el por qué los padres insisten en que sus hijos estudien. Y repiten los padres que la mejor herencia que le pueden dejar a sus hijos es la educación, porque el dinero y los terrenos los pueden perder por su "mala cabeza", pero la educación, parafraseando a José Alfredo Jiménez: "esa no se las quita nadie". Los pueden asaltar y quitar el teléfono, el vehículo, la cartera. Pero lo que han leído eso no se les quita nadie. Y además les previene del Alzheimer. Los padres analfabetas (como los míos) quieren con desesperación que sus hijos estudien, para que no sufran en la vida como ellos.

10. José Saramago, escritor lusitano, dijo: "los doctores me recetan que haga ejercicio, mínimo que camine una media hora diaria; pero yo nunca he sabido que receten leer cuando menos igual una media hora diaria". Y vaya que José Saramago sabia por qué lo decía. Yo felicito a los bibliotecarios, a los promotores de lectura, a los que coordinan un círculo de lectura (o dos), a los maestros que son lectores consuetudinarios, a los coordinadores de talleres literarios, y a todos aquellos que contribuyen a difundir la bien lograda idea de que "no solo de pan vive el hombre". Y de que no venimos a esta vida solo a comer, trabajar, reproducirnos, dormir y descansar.

11. Ah, pero por favor no me digan que por eso debe haber pan mas circo. ¡No! Pan y arte, sí.

 







Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

Rigo Tovar y Chico Ché

Max in memoriam