Solsticio y lecturas

1. Los datos son necesarios.  Aunque parezcan esquemáticos y fríos. Pero nos ubican. Junto a ellos, las miradas, los abrazos y los besos en la mejilla en los saludos. Palpitan los corazones con la emoción de estar juntos, convocados por la cultura y el arte. La palabra es la que impera. Lugar:  una de las salas del Instituto Juárez, de la Universidad. Actividad: lectura de obra. Organiza: Tres soles, colectivo cultural: responsable Rosy Pèrz y Mario M. Ávila. Entrada libre. Y uno entra al recinto y se siente la magnitud del edificio del Instituto. Lo antiguo amalgamado en los tiempos recientes. Un gran patio central. Y al fondo del mismo el Juchimán, como vigilante, como testigo de todo lo que se realiza en esas instalaciones. ¿Testigo mudo? No. A través de la gran mole lítica, habla toda una cultura originaria. 

2. De entrada un registro de lista, para el orden de las lecturas. Unas veinte sillas al principio, que poco a poco se fueron ocupando. La cita era a las 6 de la tarde. Y como parte del programa, la presentación de la revista literaria "La Meca", espacio para publicación de textos, creada por los integrantes de Café Parissi. Rostros conocidos, la mayoría. Hacedores de cultura entusiastas. Sin distinción, escritores y escritoras consagradas y noveles, mas el público. Cabe mencionar que esa sala alberga la exposición Solsticio de verano, que se inauguró el pasado 20 de junio, y que consiste en una colaboración dual entre artistas plásticos y poetas: un, una poeta entrega un poema y con este una artista plástico se inspira y crea una pintura en un soporte rectangular horizontal al que le llamamos pendón.

3. Así que las miradas podían posarse donde fuera, y la belleza del arte estaban por los cuatro puntos cardinales. Pero nada de eso fuera posible sin los ojos que la miran, los destellos de inteligencia que la admiran, sin las almas que la gozan. Y en ese mar de belleza, fue el marco de la presentación de la revista "La Meca". Puedo escribir modesta publicación. Pero todo espacio que contiene literatura, es más que modesta. Mas: es un timbre de orgullo participar en ella. Pero sin duda menciono a la gran Nancy Balleza como motor del proyecto ahora realizado: La Meca. Artes y Cultura.

4. De entrada dije unas palabras sobre los talleres y sobre el taller de Café Parissi. Nos conocimos en Casa Alebrijes, sede del taller La Cueva de los Alebrijes, que inició el extinto Luis Alonso Fernández en acuerdo y a invitación de Delia Cantoral y Jaime Ruíz, amigos de muchos años. Allí dos años, y luego de un breve descanso, poco a poco nos fuimos acomodando en Parissi, como decía. Algo que comenté asimismo que los anhelos de publicar corren más de prisa que los anhelos de ser mejores escritores. Pero que es humanamente entendible. Lo cierto es que también se escribe para ver publicada la obra personal, no solo el romántico y muchas veces falaz "escribo para mí". quizá para Mimí, la bella.

5. Luego pedí a Nancy, Tere Chablé, Balam e Isaías que comentaran sobre la revista y leyeran los textos que allí publican. El diseño editorial es de Nancy.  La corrección es de Fidencio Ramos Díaz. Las fotos de Fabián Pérez. Las páginas son cuatro en papel "Bond, James Bond". Y esperamos subir a ocho páginas, para que haya mayor espacio. Ya que Dios provee, le encargaremos ese financiamiento.  Y el espacio es para todos quienes quieran participar y colaborar. Acompañó Paola Tejeda, integrante del taller. Y no llegó Kris, que forma parte igual del taller, y prometió estar. Pero no pudo.

6. La poeta Rosy Perez y el artista plástico, Mario M. Ávila, hacen magia. La convocatoria fue amplia. Y la lista de escritores y declamadores para leer obra fue igual. Las sillas previstas fueron insuficientes para el público, así que los encargados del recinto tuvieron que traer más sillas para la comodidad de los asistentes y sentar a quienes estaban parados. Olvide quizá de mencionar a algunos, así que en las fotos los podemos ir reconociendo. Entre todos ellos estaba María candelaria, Érika Rodríguez y Maya, Lorenzo Morales, Jovita Flores, Wilver Pérez, Ivonne Marín, Maria Reyes, Rebeca Cano, y varios más. Vi a Martha Esquinca, de quien extrañamos su lectura. 

7. Cada viernes último del mes Tr3s Soles, colectivo cultural hace lectura de obra con amigos y compañeros de camino. La sede principal ha sido Café Parissi, de calle Juárez esquina Martínez de Escobar, atrás del parque Corregidora, que da de frente con el monumento oxidado de El chuzo, este atrás del palacio de gobierno. ¿Ya se ubicaron?  Por allí. Y ocasionalmente cambia de sede por invitaciones especiales. Ya se leyó en el espacio cultural del Hotel Viva, gracias a la invitación de Víctor Sámano y Wilbert Albert. Y ahora como parte de los eventos de la magna exposición itinerante, Solsticio de verano, en el Instituto Juárez de Tabasco, casa de la Cultura de la UJAT.

8. No anoté los nombres, pero hubo igual declamadores. Un padre y su hija, que bien nos deleitaron. Ella con el famoso poema de Gabriela mistral: "El beso". Y él, con "Garrick", el actor más famoso de Inglaterra. Gracia de ella al ir recorriendo verbalmente los versos de la premio Nobel en ese acuciante y lúbrico poema: "Hay besos que pronuncian por sí solos/ la sentencia de amor condenatoria,/ hay besos que se dan con la mirada/ hay besos que se dan con la memoria/ Hay besos silenciosos, besos nobles/ hay besos enigmáticos, sinceros/ hay besos que se dan sólo las almas/ hay besos por prohibidos, verdaderos..." Y con Reír llorando: "Si se muere la fe, si huye la calma,/ si solo abrojos nuestra planta pisa,/ lanza a la faz la tempestad del alma/ un relámpago triste: la sonrisa./ El carnaval del mundo engaña tanto,/ que las vidas son breves mascaradas;/ aquí aprendemos a reír con llanto,/ y también a llorar con carcajadas."

9. Y las lecturas de obra excelentes. Algunos tímidos al leer en público. Y las variantes en los  textos, como deben ser: voces distintas, voces distantes, conjunto de imágenes de acuerdo a la creatividad e ingenio de cada quien. Ademas no puede ser de otra manera. Las tantas voces de los escritores, las distintas lecturas de cada uno, que se reflejan en la obra en sí. Como decimos: algunos con más experiencia. Otros con menos. Pero se destaca sobretodo la convivencia. Y el estar cerca, el saber que cada quien va creciendo a su ritmo, a su modo.

10. Del poema El beso, que describe decenas de besos, de todo tipo, sentidos, intenciones, etc, el joven Isaías, antes de su lectura, comentó que le gustó que iba a buscarlo y leerlo. "Mejor practícalos", le dije. Y todos rieron. Mejor que lea, respondió Érika. Y el tequila no salió por ningún lado. "Nos vamos a Parissi", comentó Mario. Y hacia allá nos trasladamos. Y siguió la alegría con canciones y poemas, disfrutando café y soñando el raspor en la garganta del tequila como la tierra prometida.




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