Ángel Valdivieso, el joven




1.  Recuerdo bien sus llegadas. Era un muchacho de preparatoria. Con su melena larga. Siempre respetuoso, puntual. Y siempre con uno o dos textos. Limpios todos ellos. Esos años coordinaba yo el taller "La Cueva de los Alebrijes, en Casa Alebrijes, de Delia y Jaime. Llegaban Nancy, Paola, Isaías, Lupita, Jakeline, Ángel Solís, Edy, Kriss, Fidencio, y otros más. Y llegaba Ángel Valdivieso. "Tu nombre me suena", le digo. Sé de un maestro en fotografía con tu mismo nombre. "Es mi padre",dijo. 

2. Recibo un mensaje de Ángel Valdivieso padre. "¿Le puedo llamar?" Yo escribí "Claro que sí". Pero el mensaje quedó allí, sin el click de enviado. Me di cuenta varios días después. Ya ni modo, me dije. Y semanas después un mensaje: "Le quiero compartir la alegría. Angel ha obtenido el segundo lugar en ensayo, del premio Nacional al estudiante  universitario en la categoría de ensayo "Carlos Fuentes". "Me da mucho gusto igual", contesté. 

3. Luego hice alusión a que la dicha de coordinar talleres literarios, nos permite conocer a muchachos y muchachas, que contagian con su pujante juventud, y nos hacen recordar nuestros tiempos de esa edad, donde también andábamos en nuestras búsquedas. ¿De qué?, de algo, sin duda. De encontrar respuestas a las incipientes preguntas de qué carajos hacemos en este tiempo y en esta geografía. Unos nos las planteamos de una manera, otros de otra. Yo también tuve mi pelo largo, mis mezclillas, y sumé mi libro del Manifiesto Comunista, que conservo aún en el recuerdo, sin nostalgia por esos tiempos. Porque vivo el ahora.

4. Pero decía de Ángel Valdivieso Priego. Siempre llevaba textos. A veces poemas, a veces cuentos. A veces híbridos. Pero sus temas no eran del común. Sino que escudriñaba en temas que a mi me parecían que eran del tipo de Jorge Luis Borges, y se lo decía cuando me tocaba dar mi opinión. Sus textos siempre eran muy limpios, reitero. Yo pensaba, cómo a su edad escribe así y las lecturas que tiene. Si a esa edad yo hubiera escrito así o parecido, otro gallo me hubiera cantado, decía para mí mismo.

5. "Letras, quiero estudiar letras", respondía a la pregunta común que siempre hacemos a los jóvenes. Algunos dudan entre una carrera u otra. Ángel no. Y con razón. Sus textos anticipaban lo que ahora estudia, lo que ahora hace y ahora le distingue.  Cuando le tocaba opinar lo hacía con prudencia y atinado. En ocasiones prefería no opinar, cuando se daba cuenta que cualquier cosa que dijera perturbaría al escritor incipiente, que requiere cirugía mayor en sus textos. No que rehuyera. Sino que a veces es preferible no decir nada. Y dejarle al coordinador la responsabilidad de dar opinión desde la idea de motivar al que inicia, al que se le dificulta enlazar las ideas.

6. Era asiduo a las sesiones de taller. Un día me llevo un libro de fotografías de Ángel Valdivieso, su padre. "Se lo manda mi papá", me dijo. Yo contento de recibir el obsequio. A veces me tocaba mirar cuando lo dejaba su padre frente a la Casa Alebrijes. A veces coincidimos y nos saludábamos de lejos. Y las sesiones de taller eran una fiesta. Una verdadera fiesta, por las pláticas relacionadas con libros, con películas, con anécdotas y sobretodo con nuevos textos. 

7. Cuando recuerdo las sesiones de taller, parece que estoy vendo una película. La llegada de cada uno de los asistentes. Su manera distinta de saludar. Antes, el traslado de cada uno de ellos de su casa al entro de la ciudad. Luego la espera para iniciar, dejando que pasen algunos minutos, esperando que se incorporen otros. Pero no desaprovechando el tiempo, sino, que, platicando sobre temas diversos. Y luego ya el trabajo del taller, con su metodología. La pregunta inicial: ¿Quiénes trajeron trabajo hoy? Y de los que siempre, el joven maestro Ángel Valdivieso. "Si da tiempo, yo traje dos".

8. Otros y otras talleristas van teniendo logros. Sea la publicación de un texto. Un libro. Ganar un premio local, regional o nacional. La obtención de una beca. El quedar seleccionado para un taller que tiene limitados los espacios. El asistir a un Encuentro de escritores regional, nacional y hacer relaciones nuevas con otros creadores. Y hablo igual de otros logros, quizá menos llamativos, pero que representan mucho para el crecimiento personal: el leer un nuevo libro, el conocer un nuevo autor, el hacer nuevos amigos, el mejorar cada vez más sus textos literarios o académicos, el incremento de la capacidad verbal, y por ello recibir una sonrisa de alguien que nos importe, un guiño. Etc. Todo lo que enlisto anterior es cosecha de los mismos talleristas. No de uno como coordinador. Nunca me ha gustado, como dicen, saludar con sombrero ajeno. Es mérito personal.

9. El segundo lugar en el de Ensayo "Carlos Fuentes", el joven amigo, hermano menor, sobrino, Ángel Valdivieso Priego, lo ganó con el texto "El viaje de Vashti Bunyan*, el amor y un televisor a blanco y negro", estudiante de la carrera de Lengua y Literatura  Hispánicas, de la Universidad Veracruzana. Además: El año 2024, Angel Enrique fue uno de los 15 jóvenes escritores aceptados en el taller de la Fundación para las Letras Mexicanas. En este 2025, en junio, la Universidad de las Américas (UDLA-Puebla) lo ha aceptado en su taller poesía y narrativa de verano "Bajo las pirámides" (solo diez aspirantes tienen ese privilegio).

10. Vuelvo al taller. Del 2022 y 2023. Miro a Ángel Valdivieso Priego llegar. Lo estoy viendo. Su lugar casi siempre fue de espaldas a la ventana antigua que da a la calle. Entra la luz de la tarde. Y mi punto de vista permite ver a Ángel en una especie de semioscuridad. Su cabello largo asume el brillo de crisol. Lee su texto. El pelo le cae sobre la cara y se lo mueve con una mano. Y sigue leyendo. Sigue leyendo en su casa. En su escuela. Sigue leyendo ahora. Y lo veo leyendo en cualquier parte. Y escribiendo. Y quedan esas palabras en un gerundio, como una actitud de vida. sobretodo que lee su vida, la de su familia, la de sus amigos y compañeros. Un abrazo Ángel. Y qué orgullo conocerte.  Esa es la dicha que tiene un coordinador de taller. Vislumbrar futuros desde un instante del presente. Felicidades a tu padre y madre. A toda tu familia. Un abrazo fuerte.


*Cantante británica, folk, de los años 60s, cuya carrera musical ha resurtido ahora, luego de una larga ausencia. 


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