La mosca


1. La mosca siempre está atenta. Nomás huele fiesta y llega. No requiere invitación. Le atraen los olores. Le molesta la alegría. Ronda entre huesos con algo de carnita ya de horas a la intemperie. Y su máxima alegría, el pastel, como cereza de su fiesta.

2. A veces lo ronda (al pastel). En ocasiones, si mira el campo despejado, lo ataca de improviso. Y allí anda entre merengue y crema. No hace diferencias entre los pasteles, de sabores o casa pastelera. Y planea por las mesas para besar los platillos descuidados. En las copas donde los labios se posaron, la mosca sabe a qué tirarle. Nunca falla.

3. La mosca escucha la algarabía, no la soporta. Afirma que todo es mentira. Sufre ante la alegría de los otros, carga una gran tristeza. Le molesta la risa, a la que considera innecesaria. Ha pasado de la lucha entre las especies a la lucha de clases. Todas las clases son las enemigas. Dice. Menos la propia, afirma rotunda. Ah, mosca. Admiro tu tenacidad de estar en el desperdicio, manjar para tu mente. Se nos escapa a veces el saber que la verdad es propiedad tuya escriturada.

4. Cuando todo está en algarabía plena y la quinceañera en el vals de Las flores, de Chaikovsky, explota: "esa música es de burgueses", farfulla. Lo mismo en el vals El Danubio azul,  de Strauss, de los recién casados.  Y entonces no hay quién la pare.  Busca entre sus manuales, uno que dice: "comamos burgueses, son la escoria". Y armado ideologicamente, va hacia el micrófono y empieza sus diatribas.

5. " Sois pobres que ideológicamente apoyan a burgueses. Ustedes van en contra de la historia". Y en un licuado mete ideas de Lenin, de Stalin, Castro, Pioth Pein. Chow en Lai. Gian kai Sek. Y alaba la literatura de la realidad socialista. El pueblo unido, jamás será vencido. Y levanta una de sus patillas del lado izquierdo. 

6. Los invitados creen que es un espectáculo. Y acomodan su oído y silla para mirar a la mosca de frente. Cuchichean entre ellas. Aplauden. La mosca dicta cátedra. Habla de la historia, la que aprendió en los manuales, revisados y aprobados en la Patricio Lumumba. "Todas las ciencias deben someterse al ritmo de la historia socialista. Todo lo que se haga. Todo lo que se piense, deberá de estar al servicio del pueblo".

7. Las moscas tienen claro el acomodo de las partes de su cuerpo. Tres patas a la izquierda, que son las que utilizan. Y tres patas de la derecha. No discuten, las patas, entre ellas. Al contrario, se ayudan en las locomoción y captura de insectos. Tienen las alas visibles. Y otras nudosas, que son las del equilibrio. 

8. Utilizan en exceso adjetivos. Lugares comunes son sus argumentos. No hay otro rostro de la verdad, más que el de ellos. Y todos los demás están en el error, si no piensan, en calca, exactamente como ellos. El.mundo ideal es el.pensmIento único. No entienden bien de la dialéctica. Solo eso que tesis, antítesis y síntesis. Fórmula que repiten como loros.

9. Al fin termina la mosca su discurso antimperialista. Los invitados ríen a carcajada suelta. Se desternillan al ver una mosca exponiendo sus ideas. Un espectáculo así es pocas veces visto. Lo último que sabían es de las pulgas que bailan. Y los conejos que beben cerveza y escriben poemas originales que reproducen como ibidem.

10. Al día siguiente la mosca se levanta horrorizada al darse cuenta que su forma no es la de la mosca común, ni la de un escarabajo cualquiera, sino la de un ser bípedo erguido, de avanzada. Se levantó, entonces. Se puso su traje. Se anudó la corbata, y salió rumbo a la academia, donde hace mil años dicta cátedra.



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