El equilibro: ¿más, menos alumnos?

 1. No digo municipio. Solo que la secretaria me dice: "Están los maestros de la escuela secundaria donde van a cerrar el turno vespertino". "Diles que pasen". Entran a la sala de juntas. Se les invita agua o café. Empezamos el diálogo con la pregunta explícita: "¿Y por qué la administración quiere cerrar el segundo turno?" "Por la falta de alumnos, obvio". "¿Y por qué hay falta de alumnos?" Obvio, porque los padres ya no los mandan". "Desobligados y desconsiderados padres, y ¿por qué no los mandan?" "Los mandan a otra escuela". "Ah, hay otra escuela más cerca". "No, los mandan más lejos, a una telesecundaria".  Y así sigue la amena e ilustrativa plática.

2. La administración querrá que haya más alumnos en cada grupo. La pedagogía querrá que haya menos. Y ese será siempre la eterna contradicción. Son dos enfoques completamente distintos. Siempre deberá existir un equilibrio. ¿Y ese quién lo determina? El refranero popular dice: "ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre". 

3. ¿Cuánto es lo más de alumnos, con los que humanamente debe y puede trabajar un docente? Exactamente no lo sé. creo que lo recomendable sería, pedagógicamente, entre 12 y 20. Sería lo ideal. Muchos grupos de telesecundaria con los que trabajé estaban entre 18 y 25. Nunca más. Por eso me horroriza pensar en que muchos maestros tengan qué atender más de 30. Peor ya lo dije en el principio. La administración maneja recursos económicos para pagar a los trabajadores de la educación.

4. Los países de la OCDE, en promedio, tienen 17 estudiantes por grupo en primaria y 14 en secundaria. Y cabe destacar que son los países Chile, Colombia, Brasil y México, los que tienen en promedio mayor cantidad de alumnos por grupo. Siendo estos 30. En promedio. Lo que quiere decir que hay muchos grupos en esos países que rebasan esa cantidad. Como se puede ver, el asunto es de los recursos que se le asignan a la educación. Mayor recursos, menor cantidad de alumnos por grupos.

5. Los recortes de grupos en las escuelas es algo normal administrativamente. Inevitables, de por sí, aunque haya resistencias. En ocasiones se toma la decisión de abrir una escuela nueva en alguna comunidad. Y estos niños ya no llegarán a donde tradicionalmente iban los niños de esa comunidad. O hubo una migración cada año de pobladores que se fueron a ciudades donde se vislumbra que hay mejores oportunidades de trabajo. Eso es normal. Baja la cantidad de alumnos, en algún momento se hace reajuste de grupo.

6. Ninguna administración pública o privada va a pagar un maestro por cinco alumnos, o por diez. ¿Y por 13? Ese es el dilema. ¿Dónde ponemos el límite menor? ¿Y la pregunta administrativa? Y si atiende 30, no podría atender 35, 36? Escribo, claro, sobre supuestos. Me tocaron situaciones que comento. Por ejemplo cuando en una secundaria se cierra el turno vespertino. Todos los maestros de la tarde van a platicar conmigo para evitar el cierre de ese turno. Y se lleva a cabo la plática, con seriedad, con argumentos. Reunion propositiva.

7. A favor de los docentes: la gran mayoría de docentes son responsables. Los de pocos años de antigüedad se trasladan a escuelas que geográficamente están lejos de sus casas. Corren el peligro de la carretera, del transporte público. Algunos de ellos y ellas semanean. Si tienen hijos, estos quedan al cuidado de otras personas, principalmente familiares. El costo del pasaje corre por su cuenta, lo cual disminuye sus percepciones económicas. Invierten en preparación, pagando maestrías y doctorados. Solo quienes tienes tienen familiares docentes, saben lo que esto significa.

8. Además el trabajo docente, en los últimos años queda en indefensión. Cuando un alumno saca bajas calificaciones, muchos de los padres y madres de familia, le echan la culpa al maestro. Antes a quien le echaban la culpa era al alumno, y por consiguiente estaban más pendientes de que hiciera sus tareas en la casa. Si un alumno hace bulling a otro, s enreda el asunto para el maestro, si no puso atención, si no siguió protocolos. Como se dice: la carga de la prueba queda a cargo del maestro, que puede tener implicaciones jurídicas. Ningún maestro o maestra promueve el bulling. Ninguno lo consiente. Hay descuidos en seguir el protocolo de seguimiento en estos casos, eso sí puede ser.

9. El tema son los recortes de grupos. Y el planteamiento inicial es el equilibrio en la administración de los recursos económicos y la cantidad de alumnos que pedagógicamente debe atender el maestro, la maestra. ¿Recursos para cuántos maestros? Se retira la pregunta: ¿Qué cantidad máxima, pedagógicamente debe atender el maestro? Administrativamente, ¿Cuántos alumnos en lo mínimo puede solventar la administración? El asunto no es de debate, es de equilibrio. ¿A qué se da preferencia en esta toma de decisiones?

10. "Y por qué los sacan de la secundaria general y los mandan a una telesecundaria?", pregunté al grupo de docentes. No hubo respuesta. "¿Acaso no fue notorio cada año que iba disminuyendo la matrícula? ¿Fue un tema de Consejo Técnico? ¿Se tomaron las medidas pertinentes para detener esa salida de alumnos?" El diálogo fue fructífero. Al final se acordó que presentarían un plan creativo para el rescate de alumnos. Previamente ellos solicitaban que la "Secretaría" le prohibiera indicaciones al director de la telesecundaria recibir a los alumnos de la secundaria a su escuela, para que los padres no tuvieran esa alternativa.

11. Y en la telesecundaria Revolución de El Guácimo, Nacajuca, hace 26 años, el grupo de primero solo captaba 14 alumnos de 30 que salían de la primaria de la comunidad. Pero esa es otra historia. Solo cuento el inicio. Me comisionaron de director en esa telesecundaria. Yo estaba antes en la Niños Héroes, de el Ejido Chicozapote. Antes de llegar a la Revolución, pedí un refresco en la tienda que está frente a la primaria. Pregunté por la ubicación de la telesecundaria. Me la dieron. "¿Y a qué va allí, maestro?", preguntó la señora de la tienda. "Soy el nuevo director", dije ufano. "Uyyy, a esa escuela ya no la queremos en la comunidad", me dijo. *Esta historia continuará.