A los músicos

Para Kseniya
A los cuerdos o locos músicos. Que van de pueblo en pueblo. O entran con guitarra en mano a un restaurant o cantina. A los que van de casa en casa. A los que son llamados en la madrugada para la serenata. Al que le canta a su novia, padre, madre o maestro. A los que cargan el chelo llamado contrabajo. A los que acompañan con música a la virgen en su día. O a las quinceañeras o bodas. A los que se reúnen con amigos y hacen su música por horas de manera repetitiva en los ensayos. A los que escriben en pentagrama en lugar de cuadernos de cuadro o rayas. A los que integran grandes orquestas o hacen coros. A los que van silbando o solfeando sus canciones. A los que hacen reír al piano u otros instrumentos. Al empírico que aprendió como al paso el acorde de do con su círculo respectivo. Al que ha estudiado por años armonías, composición y arreglos. A los que llevan la música en el corazón. En el nuestro corazón.

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