Sepelio
Irremediable fin de la vida. Todo a su tiempo. La razón es distinta. Inexorable. Inevitable el día, la hora, el lugar. De pronto un rayo directo al corazón. Y las palabras que se alcanzan a decir, es que uno acompaña en ese dolor intenso, inmenso. No hay más. Siente el dolor en su magnitud solo el deudo. Las flores con nombre de quien las envía. Las flores anónimas y coloridas acompañan. Los ritos distintos de acuerdo a la tradición familiar. Música o rezos. Un minuto de aplausos o silencio. Rostros en lecturas de lo triste. De la solidaridad que hermana. Noviembre en plenitud, se aleja poco a poco en la nostalgia. Con el tema perenne de reflexión. La muerte. Mientras tanto, la luz del día.
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