Ícaro

Con el afán de volar, Ícaro se construyó alas de cera. Cuenta la leyenda que no le duraron mucho. Empezó a volar ufano entre valles y montañas. Mas  plenamente satisfecho, quiso más. E ideó llegar mucho más alto. ¿Y por qué no hacia las alturas?, se dijo con el tufo normal a superioridad. Y enfiló su ruta hacia las alturas. Tan pronto se fue acercando al sol, se le derritieron como nieve. ¿Y su limón? Si las hubiera construido de ideas y se afanara en volar con su pensamiento, lo hubiera logrado. Sin duda alguna. Ya lo ves.

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