Sísifo

El poder de subir la roca. La obligación de hacerlo. Siempre cuesta arriba. Como si todo fuera un sueño. Y al despertar, en esos paréntesis de la eternidad, volviéramos a la rutina deseada. Mas la sentencia fue subir la roca a la punta de montaña. Y volverla a subir al día siguiente. Como en la hazaña de querernos tanto. Una vez más y otra. Carrusel de caballitos en los juegos. La vuelta a la noria, por si las dudas. Barajas filosóficas. Lo anterior ha desaparecido. Lo nuevo es el inicio. El esfuerzo cuesta arriba. "Ahora triste en la pendiente solitario y ya vencido Yo me quiero confesar..." Subir en la distancia. 

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